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jueves | 18 abril | 2024
R.l. > a coruña
El mal tiempo ha marcado toda la semana, pero no fue hasta ayer que el Ayuntamiento decidió cerrar al público las zonas arboladas ante el anuncio de los servicios meteorológicos de que durante la tarde el temporal arreciaría provocando fuertes rachas de viento. Los espacios verdes se cerraron a la seis de la tarde, y se mantuvo así durante toda la noche, aunque a primera hora de el jefe del servicio de bomberos, Carlos García Touriñán, expresaba su esperanza de que la noche fuera tranquila:
Por el momento nos da rachas de 80 kilómetros, y en A Coruña las hemos tenido más grandes. Hay que tener en cuenta que la alerta por temporal es general, para toda la costa, y no afecta especialmente a la ciudad.
Durante todo el día no se registraron incidentes de ningún tipo, aunque el Ayuntamiento ordenó el cierre, por cuarto día consecutivo, de las zonas más batidas por el mar, como es el Millennium o Las Esclavas, para evitar que los curiosos que se acercaban a la costa para contemplar la fuerza del océano fueran víctimas de él. También se prohibió el acceso a las playas, aunque no se llegó a cerrar a los peatones el Paseo Marítimo, como sí había ocurrido en la jornada anterior. 
Arenales cerrados > También el Orzán y Riazor permanecieron cerrados al público durante toda la noche, aún después de que se retiraran los efectivos de Protección Civil, cuyo dispositivo en Riazor se desmontó alrededor de las ocho de la tarde, igual que otras zonas que se juzgó que ofrecían peligro en caso de que el mal tiempo arreciara de nuevo durante la noche. En el parque de A Grela, los bomberos estaban también alerta, y con el material necesario para retirar ramas y árboles caídos por si el viento conseguía dañar las zonas verdes, como ha ocurrido en otras ocasiones.
Afortunadamente, el viento que soplaba ayer sobre A Coruña tenía componente suroeste, así que el monte de San Pedro protegió a la ciudad de lo peor.
Medio Ambiente levantó el dispositivo de emergencia a primera hora de la mañana, cuando el público pudo volver a transitar por los jardines y plazas arboladas sin peligro de ser alcanzados por ramas caídas.
