Los ingresos del Banco de Alimentos Rías Altas se duplicaron en 2012

En medio de la necesidad, el Banco de Alimentos Rías Altas extrae también buenas experiencias y constata que la solidaridad de los coruñeses va en aumento. En 2012 sus ingresos se incrementaron en casi un 114%, es decir fueron más del doble de lo que entró en caja en 2011.
Gracias a las aportaciones de empresas y particulares, así como de las administraciones, consiguieron pasar de solicitar crédito a los bancos para hacer frente a los gastos a tener un saldo favorable. Además, también van en aumento los kilos de alimentos recogidos, si bien en este caso es más difícil hacer frente a las solicitudes.
El Banco de Alimentos Rías Altas, que opera en Santiago y principalmente en A Coruña, acaba de presentar la memoria relativa al año 2012 de la que se muestra satisfecho, pese a cada vez atiende a un mayor número de colectivos benéficos y, por tanto, a más usuarios.
Una de las cifras más espectaculares registradas en el año fue que los ingresos pasaron de 57.594 a 123.234 euros, con lo que la organización puede atender al día sus gastos que también estuvieron próximos a duplicarse. La línea ascendente, que los propios voluntarios consideran “espectacular e inesperada”, se debe “a los donativos puntuales y las ayudas, tanto de la Administración pública como de fundaciones privadas y de particulares”.
En este último caso, destacan que incluso hubo aportaciones anónimas en altas cantidades. Si antes recurrían a cuentas bancarias de crédito para hacer frente a los pagos pendientes, en 2012 se consiguió “un saldo favorable”.
En la práctica este les sirve para pagar los arrendamientos, los transportes, los servicios bancarios, los tributos y los suministros, entre otras cosas. “El importante crecimiento se debe a la multiplicación de la actividad para conseguir más alimentos y compensar esos 250.000 kilos que se dejaron de recibir de los Fondos de Cohesión de la Unión Europea”, explican en el documento.
Incluso hubo que comprar furgonetas, apiladores y básculas, además de afrontar su mantenimiento. Resumen esta situación en un aumento de la “carga de trabajo” para los voluntarios.
El otro aspecto positivo que se deduce de la memoria es, según el presidente del banco de alimentos, José Luis Castro-Acuña, que “pese a todos los problemas y a la reducción de kilos que mandan desde la Unión Europea se recogieron unos 30.000 kilos de alimentos más que en 2011”.
“Fue un ejercicio bueno, pero, pese a ello, siempre estamos escasos, porque hay más gente que pide alimentos de la que podemos atender”, zanjó Castro-Acuña, que agradeció las aportaciones a particulares y empresas.
En 2013 seguirán intentando colaborar con todos los coruñeses gracias a las operaciones kilo y la colaboración de entidades como los centros cívicos –el año pasado fueron casi una veintena los que recogieron comida–, entre otras organizaciones.

Los ingresos del Banco de Alimentos Rías Altas se duplicaron en 2012

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