Los indignados desmantelan el campamento y se van del Obelisco

  nagore menayo > a coruña

  El campamento del 15-M en el Obelisco comenzó ayer su desmantelamiento. Los indignados, que ocupaban este emblemático espacio de la ciudad desde el pasado 17 de mayo, procedieron desde primera hora de la tarde a levantar de forma definitiva la acampada, aunque aseguran que seguirán trabajando y mantendrán “vivas” sus reivindicaciones.  

A las cuatro de la tarde comenzaban los trabajos para liberar la acampada, en los que participaron una veintena de personas. Aunque a través de las redes sociales y otras páginas de internet se había solicitado la colaboración de la ciudadanía para desmontar las tiendas, lo cierto es que fueron los más entregados al movimiento 15-M quienes finalmente realizaron la mayor parte del trabajo.
A primera hora de la tarde, aún había cierta incertidumbre sobre si los indignados dejarían definitivamente el Obelisco, ya que en días anteriores habían surgido voces discrepantes sobre la conveniencia de abandonar el Obelisco. Sin embargo, y tras la celebración de una asamblea en la que participaron las diferentes comisiones y grupo de trabajo, se decidió finalmente el desmantelamiento de la acampada y se fijó en qué términos se haría y cómo se organizarían los participantes.

Con tranquilidad > Portavoces del movimiento 15-M en la ciudad explicaron que los trabajos se realizaron durante toda la tarde con “mucha tranquilidad”. La única la salvedad la protagonizaron algunos de los miembros del colectivo que se encararon con periodistas y fotógrafos de prensa. “Ha sido un pequeño altercado porque hay quien entiende que no tienen que estar aquí”, explicaba el joven Daniel Pedrosa, uno de los integrantes del campamento coruñés. Por lo demás, los indignados trabajaron a buen ritmo y dos horas después de comenzar el desalojo buena parte del trabajo estaba hecho. A última hora de la tarde, los operarios de Cespa remataban el trabajo y ponían a punto de nuevo  el céntrico emplazamiento.
A pesar de que la decisión final de abandonar se tomó el asamblea, hubo algunos integrantes del campamento que decidieron no dejar la instalación. Algunos de ellos son personas sin hogar, que habían encontrado allí un lugar donde vivir.
La ciudad amanece hoy sin la acampada, aunque desde el movimiento 15-M aseguran que mantendrán “vivas” sus reivindicaciones y seguirán trabajando, aunque mantendrán en el Obelisco un punto de información.