Los farmacéuticos detectan una caída en la retirada de medicinas por parte de algunos pacientes

El copago farmacéutico se implantó hace meses pero en A Coruña sigue generando problemas, que parecen ir a más por momentos. El Colegio de Farmacéuticos ha detectado en las últimas semanas que muchos pacientes son “reacios” a retirar sus medicamentos cuando la aportación es alta. En todo caso, la presidenta del colegio, Rosa Lendoiro, es prudente y cree que quizá la tendencia podría achacarse a la cuesta de septiembre. Lo que no deja lugar a dudas es el descenso en la dispensación de aquellos fármacos que ya no cubre la Seguridad Social.

El Colegio reconoce que está “en alerta” por si la dispensación se reduce más

Cada medida de ahorro farmacéutico por parte de las administraciones pudo tener un impacto reducido en el bolsillo del contribuyente, pero sumadas “tienen un impacto importante”. Así lo explica la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, que confirma que los ciudadanos están “siendo reacios a retirar los medicamentos cuando tienen que abonar cantidades que exceden de tres euros”.

Los responsables de las oficinas de farmacia empezaron a notar una reducción en la gestión de recetas el pasado mes de septiembre cuando se produjo “un especial descenso” en la dispensación de sus tratamientos a los coruñeses.

fármacos sin financiación

En este sentido, Lendoiro reconoce que en la institución que preside están “alerta” respecto a la información que les puedan trasladar los socios en los próximos meses. “Tenemos que evaluar a tres o cuatro meses”, aclara, para ver si hay un nuevo repunte en la recepción de recetas médicas.

“En septiembre se juntaron las dificultades económicas del mes y la desfinanciación de medicamentos y no sabemos si la gente fue cauta y no los retiró porque no tenía necesidad o por el aspecto económico”, comenta la representante del sector.

Pendientes de confirmar que solo fue una reducción puntual de la dispensación, Lendoiro sí tiene una visión clara sobre la reducción de ventas de aquellas medicinas que ya no tienen cobertura por parte del Estado.

“Algunas personas no retiran medicamentos que están prescritos pero no financiados; son para síntomas menores pero eso no quiere decir que no influya en la calidad de vida de los ciudadanos”, recalca. Y advierte de que están preocupados “de que cualquier medida no impida al ciudadano seguir el tratamiento prescrito”.