Los coruñeses más jóvenes son los más predispuestos a la donación de órganos

Aunque siempre se critica su falta de compromiso y su poca constancia, los cierto es que la población juvenil está más comprometida de lo que parece en muchos campos. Al menos, eso certifican desde la Oficina de Coordinación de Trasplantes del Chuac, donde destacan la alta concienciación de los jóvenes coruñeses sobre la importancia y la necesidad de donar órganos.

La Fundación Jove
y el Chuac inician su campaña conjunta para concienciar a futuros donantes

“En general, la gente joven es más receptiva y más generosa en este ámbito que los mayores. Y eso es importante, porque ellos serán los futuros donantes y los que decidan en el caso de la donación de un familiar”, señala el coordinador de trasplantes del Chuac, Antón Fernández.

Pese a esta buena disposición de la nuevas generaciones, en el hospital coruñés no quieren bajar la guardia y organizan cada año una campaña para fomentar las donaciones entre la población. Una iniciativa que cuenta este año con un apoyo extra, tras la firma de un convenio con la Fundación María José Jove, para desarrollar un programa de información y divulgación en los centros educativos de la provincia. “Desde el hospital ya llevamos tiempo impartiendo charlas en colegios e institutos, pero este convenio de colaboración con la fundación supone una gran aportación porque nos permite llegar a más centros y tener a una persona que organice todo el programa, ya que se trata de una actividad extra que sumamos al trabajo de la oficina”, explica el coordinador.

en primera persona

Los primeros en contar con estas charlas informativas fueron los alumnos del IES Agra do Orzán, que ayer pudieron conocer de primera mano la experiencia de una persona que ha podido salvar su vida gracias a un doble trasplante de hígado y páncreas. Con la pregunta inicial “¿Creéis que tengo cara de tonto o trasplantado?”, el paciente despierta la curiosidad de los estudiantes e intenta instruirles sobre la necesidad de ver la donación de órganos y la vida de los trasplantados como algo “normalizado” en la sociedad actual.

A juzgar por las reacciones, parece que la fórmula funciona porque muchos jóvenes expresan su firme voluntad de hacerse un carné de donante cuando cumplan la mayoría de edad.