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miércoles | 17 abril | 2024
redacción > a coruña
Los conductores de bus denunciaron en su blog los daños que ha producido el vandalismo en el mobiliario de las paradas, algunas de las cuales fueron renovadas este mismo año por el anterior gobierno municipal. Las pintadas y el impacto de una pedrada deformaban el cartel de la plaza de Galicia, por ejemplo. Otras instalaciones, como los puntos de información electrónicos, los Pimus, permanecen intactos, en parte gracias a que fueron diseñados para soportar actos vandálicos.
Sin embargo, los chóferes de Tranvías critican estas instalaciones no por su estado, sino por su funcionamiento, porque la información que proporcionan al público es inexacta.
En concreto, apuntan a las paradas de Puerta real y de la avenida de general Sanjurjo a la altura de su número 39. Este hecho, que ha sido denunciado a través de las redes sociales, hace pensar a muchos conductores que sería necesario una revisión a fondo del sistema, que fe diseñado por técnicos de la Universidad y que en su día, la concejala socialista, Yoya Neira, advirtió de que era pionero, por lo que estaba sujeto a fallos durante el periodo de prueba que se prolongará a lo largo de su primer año.
En cambio, otras aplicaciones informáticas diseñadas para los usuarios del bus coruñés, como el de Android, funcionan sin que se hayan recibido quejas. Esta forma desigual en la que se comportan los sistemas electrónicos con el que se pretende promocionar el transporte público por encima del privado tiene otro ejemplo en la tarjeta Millennium, del que se han quejado en numerosas ocasiones los conductores por su fragilidad. Ahora que este documento electrónico también puede emplearse en viajes interurbanos han surgido otros inconvenientes, como su dificultad de lectura para los aparatos con los que van equipados los buses no municipales. Quizá por eso algunos usuarios se quejan de que aparecen en su cuenta viajes que no han efectuado. Una tercera queja es que hay pocos lugares donde recargar la tarjeta. En todo caso, muchos conductores consideran que son razones suficientes para una revisión técnica.
