Los afectados por la caída de una grúa acusan de “chantaje” a las aseguradoras

Los afectados por la caída de una grúa acusan de “chantaje” a las aseguradoras
La vista oral se celebró esta semana en la Audiencia coruñesa .Susy Suárez

 Varios de los afectados por la caída de la grúa que en noviembre de 2002 se desplomó sobre el inmueble número 3 de la calle Real y causó la muerte a dos de las residentes acusaron ayer de “chantaje” a las compañías aseguradoras, que estos días negocian en el juzgado de penal 2 la cuantía de las compensaciones a abonar a la multitud de personas que resultaron damnificadas en el accidente.

Después de que acusaciones y defensas alcanzasen el lunes un acuerdo sobre las responsabilidades penales del suceso –penas de seis meses de cárcel para seis de los ocho acusados por dos delitos de homicidio imprudente y uno de daños–, el procedimiento continúa ahora en el ámbito civil y es en esta vía donde los perjudicados reclaman “la reparación íntegra de todos los perjuicios”. Algunos de los demandantes tuvieron que abandonar sus viviendas, ya que el desplome de la pluma y la contrapluma de la grúa causó daños en varios edificios colindantes con el número 3 de la calle Real y en varios negocios de Riego de Agua, La Marina y la calle de Agar.

 

Costes asociados > Los perjuicios a los que aluden los afectados incluyen la rehabilitación de los inmuebles y los costes asociados, pero también el lucro cesante y los intereses de demora (de hasta un 20%), según ha informado la agencia EFE.

En este sentido, el abogado Antonio Astray Chacón, que representa a una parte de las acusaciones, denuncia la “mala fe” de las compañías de seguros durante un procedimiento judicial que se ha prolongado cerca de una década. “Las víctimas no tienen ninguna culpa de lo que ha pasado”, argumenta el abogado, que pide el resarcimiento completo para los damnificados; una petición a la que ayer se sumó la Fiscalía, al avalar una modificación al alza de las compensaciones económicas.

Además de los edificios de viviendas que se vieron afectados por el desplome de la grúa, también resultó dañado en el incidente el teatro Rosalía de Castro, cuya cubierta albergaba algunos frescos de Urbano Lugrís.

Según han declarado a EFE varios damnificados, el largo proceso judicial les ha obligado a adelantar coste de la reparación del inmueble que salió peor parado, un edificio modernista del siglo XIX catalogado como patrimonio cultural, más de 300.000 euros.

Los afectados por la caída de una grúa acusan de “chantaje” a las aseguradoras

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