Los acusados del crimen de la calle de San Diego se enfrentarán a un jurado

Los acusados del crimen de la calle de San Diego se enfrentarán a un jurado
el joven murió desangrado en la calle el pasado mes de enero j. alborés

Decidir quién fue la persona que empuñaba el cuchillo con el que se dio muerte a Yonier Alejandro Arenas, un colombiano de 25 años, en plena calle de San Diego es solo una de las cuestiones a las que tendrán que enfrentarse los nueve miembros del tribunal popular que será designado para aclarar el crimen, perpetrado el pasado 11 de enero. La jueza de instrucción 2 ha concluido ya su investigación y remitido la causa a la Audiencia, donde se celebrará el juicio en los próximos meses según la Ley del Jurado.

El joven, que en un primer momento se confesó autor, llegó a culpar a otra implicada

El banquillo lo ocuparán tres personas, una mujer colombiana y dos hombres que fueron detenidos dos semanas después del suceso junto a una quinceañera, hija de la primera, y de los cuales dos permanecen todavía en prisión. Se trata del joven, también colombiano, de 19 años que tras ser apresado confesó la autoría del apuñalamiento y una treintañera de la que se sospecha pudo ser la inductora del crimen, por haber mantenido una relación sentimental con el fallecido.

El escenario en el que tendrán que moverse los miembros del jurado se complica, dado que el autor confeso del crimen es, además, el novio de la hija de la coacusada, que a su vez mantenía una relación amorosa con el fallecido, en paralelo a la de su madre. Para acabar de rizar el rizo, el tercero de los acusados, en libertad provisional desde marzo, es el exmarido de la acusada.

 

pasional

Al menos una conclusión cabe deducir de los vínculos interpersonales que unen a los implicados: que la muerte de Arenas tiene tintes pasionales. El papel de cada uno no está tan claro; así, si tras ser apresado, el joven que está en prisión se declaró culpable del apuñalamiento, más tarde se retractó y señaló a la madre de su pareja como la verdadera autora material. Hasta entonces, la mujer había sido considerada, al igual que su hija, inductora del crimen, que según los allegados a la víctima pudo precipitarse cuando el joven decidió acabar con la tormentosa relación sentimental que mantenía con ambas.

Según la declaración que el acusado en prisión prestó durante la instrucción, la quinceañera encausada –en libertad, y cuya situación depende de la Fiscalía de Menores– fue quien le animó a dar un escarmiento a Arenas después de confesarse víctima de unos supuestos abusos sexuales a manos del amante de su madre.

 

en la escena

Esa versión no explica en cambio por qué la mayor de las implicadas estaba presente en la escena del crimen, tal como señalaron a la jueza varios testigos y acabó por reconocer la encausada.

En la calle de San Diego fueron vistos aquella noche otros dos hombres, los dos acusados. El segundo de ellos –el único de nacionalidad española–quedó en libertad después de la confesión. Pero también se especula sobre si la menor estaba presente, y si su papel debe reducirse, como en el caso de su madre, al de inductora. n

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