La lluvia respeta el paso del Cristo del Buen Consuelo y el pasacalles de cofradías de Las Angustias

El día amaneció desapacible, gris y lluvioso. La tarde continuó igual y los malos presagios se adueñaron de los que iban a seguir la procesión del Santísimo Cristo del Buen Consuelo. Sin embargo, el periodo sin lluvias del final de la tarde e inicio de la noche permitió la salida del cortejo del templo de la Orden Tercera, acompañado por la Asociación de Meigas, que es cofrade de honor de Nuestra Señora de La Soledad y el Santo Entierro y de la Policía Nacional, cuyos agentes escoltaron el paso, como ya es tradicional.

La lluvia también respetó el pasacalles de cofradías que Las Angustias llevó por María Pita, Riego de Agua, calle Real, Cantones, plaza de Mina y Compostela hasta la plaza de Lugo para anunciar la procesión del Viernes Santo que llevará los pasos del Santísimo Cristo del Amor y de Nuestra Señora de las Angustias por las calles de La Gaiteira.

A continuación del pasacalles, ya con la noche encima, Nuestra Señora de La Soledad llevó en volandas y entre gran recogimiento al Santísimo Cristo del Buen Consuelo, un Cristo crucificado del que se conservan el tronco y la cabeza del siglo XVI, mientras que las extremidades datan del XVIII, conocido popularmente en A Coruña como el Cristo de los Credos y que goza de gran devoción entre los coruñeses.