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viernes | 19 abril | 2024
La nueva temporada de cruceros comenzó ayer, más temprano que de costumbre, con la visita de más de 1.000 personas que se encontraron con un clima envidiable en la ciudad. Esta llegada no es más que un pequeño dato del global porque la previsión de la Autoridad Portuaria y la empresa responsable de la gestión de la Terminal de Cruceros, la consignataria Rubine e Hijos, el número de cruceristas se incrementará en un 103,5% en los dos primeros meses de 2019, con respecto al pasado ejercicio. Además, las estimaciones iniciales indican que al menos se igualarán las cifras de 2018 al cierre del año.
La actividad no será igual de intensa que en meses como abril, mayo, septiembre u octubre, pero el Muelle de Transatlánticos tendrá entre enero y febrero más visitas de las que vienen siendo habituales. En total se han pactado cinco escalas (se canceló una a última hora), lo que supondrá la llegada de 6.142 turistas por vía marítima a A Coruña.
El ratio de ascenso en relación a las cifras que se manejaron el año pasado, con tan solo dos amarres, está por encima del 55%, por lo que implica buenas noticias para un año en el que el objetivo principal es seguir consolidando el liderazgo del Puerto tanto en escalas como en datos de viajeros de la cornisa cántabro-atlántica.
El primer buque en estrenar el año, tras el cierre de la pasada temporada el 7 de diciembre, fue el “Balmoral” propiedad de la naviera Fred Olsen, que ayer pasó varias horas en la ciudad. Aunque los clientes no solicitaron pasar más horas en la ciudad para ver el alumbrado navideño como sí ha ocurrido ya en Vigo con los ocupantes de algún transatlántico, muchos turistas disfrutaron del centro debido a que el sol acompañó y el frío no hizo mella en el interés por pasear y conocer los atractivos del entorno.
De regreso a casa
Además, dio la casualidad de que la embarcación hacía el viaje de regreso al puerto base de Southampton desde la localidad portuguesa de Funchal, por lo que a pesar de que había poco más de un millar de pasajeros algunos de ellos aprovecharon para comprar en las tiendas de la ciudad, muchas ya en plenas rebajas. El siguiente buque en arribar iba a ser el “Oriana”, de la compañía P&O –una de las que más apuesta por incluir el destino en sus itinerarios desde hace años– pero un imprevisto obligó a cancelar esta parada prevista para hoy de la que participarían 1.900 clientes, así como la tripulación.
Posteriormente, habrá que esperar al día 17 para que regrese el “Balmoral” de Fred Olsen. Ya a principios de febrero se ha programado la escala de un “Mein Schiff II” (propiedad de Tui Cruises) renovado. Este será el que llegue con más pasaje (más de 2.680 individuos).
Si el tiempo u otro imprevisto no lo impide, ese mes lo cerrarán dos embarcaciones algo más pequeñas que el resto, el “Saga Pearl II” de Saga y el “Black Watch”, también de Fred Olsen, poco conocido por esta zona.
