El limbo reglamentario de las terrazas dispara las quejas de los transeúntes

El limbo reglamentario de las terrazas dispara las quejas de los transeúntes
Las calles del centro de la ciudad suelen estar invadidas por mesas y sillas por entre las que discurren los peatones pedro piug

Que en verano las terrazas se apropian de la calle no es nada nuevo. Coruñeses y visitantes están tan acostumbrados a disfrutar de las mesas y las sillas en plena calle como a padecerlas. Sin embargo, eso no quiere decir que no se quejen: fuentes municipales señalan que la Concejalía de Movilidad ha recibido en lo que va de verano docenas de protestas remitidas por viandantes que se ven incapaces de transitar en calles invadidas por terrazas.
Es un hecho muy llamativo si se tiene en cuenta que el año pasado no se recibieron apenas protestas de este tipo. Pero es que la situación es completamente distinta: hoy por hoy, ningún establecimiento hostelero cuenta con los papeles en regla. Como señaló el presidente de la asociación provincial de hosteleros, Héctor Cañete, están en una situación “alegal”, puesto que muchos negocios entregaron la documentación y pagaron las tasas, pero no han recibido los permisos.
La razón es que la Concejalía de Movilidad ha sido incapaz de tener a punto la ordenanza municipal de terrazas para la temporada de verano, lo que desde la asociación de hosteleros achacan a la falta de personal que ha venido arrastrando el Ayuntamiento. Esto ha llevado a que muchos negocios hayan decido no presentar la documentación este año, y a que el propio Gobierno local cierre los ojos a muchas irregularidades.

un pasillo de 2,7 metros
Lo más parecido a un intento de poner orden por parte de la Concejalía de Movilidad tuvo lugar en julio, cuando el responsable del área, Daniel Grandío, emitió un comunicado en el que informaba de que, con de los actos festivos en María Pita, se debía tener despejada la calle de Troncoso por si era necesario realizar evacuaciones. O eso entendieron los hosteleros, lo que el Gobierno local achacó a un error de comunicación. Al final, se limitó a exigir que se mantuvieran un pasillo central de 2,7 metros de ancho. Hay que tener en cuenta que es precisamente de los negocios de Troncoso de las que más quejas se han recibido.
Sin embargo, no es la única. “Las tenemos de todo el centro, porque es ahí donde más circulación hay y donde se encuentra la gente en las fiestas. De La Franja, por ejemplo, también tenemos muchas quejas. O de Riego de Agua”, explican fuentes municipales. En todas ellas, el paso se estrecha hasta un punto en que se llegan a producir verdaderas aglomeraciones si hay gente en la calle. En cambio, en la avenida de La Marina, a pesar de estar invadida por las terrazas, no se producen tantas quejas a pesar de estar copada por los negocios, como denuncian algunos vecinos, pero solo porque la acera es mucho más ancha y no existen dificultades para circular.
A estas alturas del verano, todo apunta a que es demasiado tarde para cambiar la situación. Habrá que esperar al próximo verano para comprobar las bondades de la nueva ordenanza municipal de terrazas.

El limbo reglamentario de las terrazas dispara las quejas de los transeúntes

Te puede interesar