Las letras cobran voz y son la receta para cualquier dolencia en la Fiesta del Libro

Los versos de Benedetti, la confesión de una mujer judía imaginada por Bertolt Brecht a punto de  abandonar a su esposo y las palabras de Saramago sobre los mayores se abrieron paso ayer entre el bullicio en un rincón de los jardines de Méndez Núñez donde las letras cobraban voz en la garganta de Erica González y se acompañaban del violonchelo de Rosalía Vázquez.
La dramatización de una docena de fragmentos de obras literarias que iban de la risa al drama y del teatro clásico a las series de televisión fue el acto principal de los organizados con motivo del Día del Libro, que se celebra mañana.
Más de uno susurraba al unísono con la actriz el poema a Margarita Debayle de Rubén Darío, en un acto que congregó a decenas de personas que disfrutaron de otra forma de acercarse a la literatura.
A unos metros, las “doctoras” de las bibliotecas municipales se ocupaban en su consultorio de lectura de las dolencias literarias de cuanto paciente se acercaba a su caseta de atención primaria.
Manuel Rivas y María Reimondez son algunos de los autores más recetados por estas especialistas, que proponen a sus visitantes un amplio abanico de posibilidades a la hora de hacerse con un nuevo ejemplar de lectura.
A los pequeños de la casa, tras el cuestionario de rigor –cuéntame qué te duele– se les invita a descubrir los tesoros de la biblioteca Infantil y Juvenil de Durán Loriga en las visitas guiadas que tendrán lugar desde hoy y hasta el miércoles. Dos días más durarán los recorridos por la biblioteca de Estudios Locales, que permite a los curiosos saber algo más tanto del pasado como del presente de la ciudad.
Con el gusanillo de las letras prendiendo en los coruñeses después de un fin de semana de actividades, es el momento de esperar por la fiesta del Día del Libro de mañana. Intercambios de obras, lecturas conjuntas, mensajes lanzados al aire y regalos para celebrar que A Coruña es la ciudad que lee.