Las bicicletas de alquiler llegan a la Sagrada Familia con un año de retraso

 El barrio de la Sagrada Familia cuenta al fin con su propio punto de Bicicoruña. La estación, que ha comenzado a funcionar en pruebas, llevaba casi un año instalada en la plaza bajo la que se construyó un aparcamiento de setenta plazas y que costó más de un millón de euros.
Mientras setenta particulares disfrutaban de un aparcamiento que no ofrece plazas públicas pese a estar gestionado por una empresa municipal, la parada de bicicletas permanecía inutilizada, al parecer por actos de vandalismo. Los vecinos celebran que el servicio haya comenzado a funcionar.