Las autocaravanas regresan al entorno del faro y los “gorrillas” hacen su agosto

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  redacción>a Coruña

  El aparcamiento de la Torre de Hércules funciona estos días como zona de estacionamiento para autocaravanas, pese a que la ciudad dispone de un área habilitada para este tipo de vehículos en O Portiño. De hecho, ayer por la mañana se podían contabilizar más de diez viviendas móviles en el entorno del faro romano.
Pese a que las autocaravanas pueden estacionar –no acampar– en este espacio al igual que cualquier otro vehículo, en la zona no cuentan con los servicios necesarios propios de las áreas especializadas. El problema es, según denunciaron en varias ocasiones los propios turistas, que el espacio de autocaravanas que creó la anterior administración local en O Portiño necesita más mantenimiento, y se encuentra demasiado alejado del centro de la ciudad, lo que hace que resulte inseguro para muchos viajeros.
En los propios foros de los amantes de este tipo de turismo se recomienda aparcar en el entorno de la Torre de Hércules, en lugar de en la zona habilitada específicamente para estos vehículos. Durante la campaña electoral, el alcalde, Carlos Negreira, había prometido la construcción de un aparcamiento para autocaravanas en las inmediaciones del monumento Patrimonio de la Humanidad, con el fin de incrementar los servicios que ofrece la ciudad a este tipo de viajeros  

Negocio > Tanto la presencia de los autocaravanistas como la del resto de turistas también hizo que el párking de la Torre se llenase ayer de los denominados “gorrillas”, personas que, supuestamente, ayudan a los conductores a aparcar su coche en las plazas públicas de estacionamiento, eso sí, a cambio de una “limosna”. Pese a que se trata de una práctica molesta, ni la presencia policial consigue acabar con los “gorrillas”, que suelen aprovechar las zonas turísticas para colocarse, y que se multiplican durante la época estival. De esta forma se pueden aprovechar de las personas que llegan a la ciudad procedente de otras localidades, y que temen que, si no pagan, sufran algún tipo de consecuencia en sus vehículos. Ayer, hasta tres personas “trabajaban” al mismo tiempo en esta zona.


 

Las autocaravanas regresan al entorno del faro y los “gorrillas” hacen su agosto

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