Las “Aficiones peligrosas” de la adolescente Pardo Bazán salen a la luz por vez primera

Las “Aficiones peligrosas” de la adolescente Pardo Bazán salen a la luz por vez primera

Sus vivencias bien merecen ser el origen de otra historia, una posible novela de intriga en la que se diera cuenta de los problemas que sufrió “Aficiones peligrosas” para salir al mercado literario muchas décadas después de que fuese escrito. Sin embargo, esas vicisitudes quedaron atrás y ya se puede adquirir la que fue la primera novela de la ilustre escritora gallega Emilia Pardo Bazán, escrita a los trece años. La unión de la Casa Museo Emilia Pardo Bazán con la Fundación Lázaro Galdiano y Analecta Editorial ha hecho posible para todo el mundo la lectura del manuscrito autógrafo de la autora.

Emilia Pardo Bazán fue amante de la escritura desde edad muy temprana y buena prueba de ello es que a los 13 años firmó una novela que hasta ahora permanecía inédita más allá de que el texto se podía ver en la Fundación Lázaro Galdiano. Ayer esa obra fue presentada en sociedad, en la Casa-Museo dedicada a la autora, de la mano del director de la institución, Xosé Ramón Barreiro, y otras personalidades que por unas u otras circunstancias intervinieron en la composición final del libro.

La recomposición del texto fue muy laboriosa porque sus páginas aparecieron “sueltas y degradadas”

En “Aficiones peligrosas”, Pardo Bazán deja entrever aquellos mandatos que le hacían en su casa cuando tenía 13 años, o así lo ve la catedrática de Literatura Araceli Herrero, encargada de prologar el texto desconocido parcialmente. “Creo que ten compoñentes autobiográficos, unha ficcionalización dos consellos que lle daban na casa”, comento la profesora en la presentación de ayer.

 

Obra didáctica > A pesar de que en su entorno siempre se le permitió escoger las lecturas más diversas, la autora recomienda que los padres introduzcan a las jóvenes en la afición de la lectura pero siempre “cunha literatura selecionada para a súa educación”.

Para Herrero, la obra está plagada del “didactismo moralizante” que sería una constante, aunque evolucionada, en la trayectoria de la escritora. De ese didactismo forman parte otras advertencias que va dejando, a pinceladas, a lo largo de los diez capítulos de “Aficiones peligrosas”.

Pese a ser un texto salido de la cabeza de una niña de 13 años, la escritora del prólogo considera que no está exento de valor para los estudios que se hagan de la escritora porque, salvando las distancias del tiempo, avanza el rumbo que tomarán sus trabajos posteriores.

 

Interrogantes > Sin duda alguna, además de la historia que cuenta, también llama la atención cómo se produjo la recomposición de la novela. La afirmación de Herrero –“Eu non pensei que fora posible reconstruila con un material tan deturpado”– da una idea de lo que se encontraron sus descubridores en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid. Su director, Juan Antonio Yeves, fue una de las personas más comprometidas con la recomposición del manuscrito y, gracias a ello, puede contar un poco sus diferentes etapas.

“Emilia Pardo Bazán y Lázaro Galdiano se conocieron en 1888 en la exposición universal de Barcelona y fruto de aquel encuentro surgió la obra “Jaime””, explica. Años más tarde, en junio de 1899 la autora entregó el manuscrito de “Aficiones peligrosas” a Galdiano “resignada y por santa obediencia”, como ella misma reconoció.

El texto, probablemente por petición de la autora, permaneció oculto entre la colección personal del editor de “La España Moderna”, que era un gran aficionado a atesorar autógrafos y recuerdos de escritores de su época. Según Yeves, fue en 1997 cuando se integran la biblioteca de la Fundación y el archivo personal de Galdiano cuando reaparecieron muchos “papeles sueltos y degradados”, entre ellos partes del escrito de la gallega.

“Mi sospecha es que en 1996 salieron de la casa de José Lázaro muchos papeles y algunos volvieron y otros no”, dice Yeves, si bien es un misterio o, por lo menos, han dejado que lo parezca qué pasó con la obra.

En cualquier caso y gracias a un arduo trabajo de búsqueda y composición del manuscrito, que incluso tenía anotaciones originales y dibujos de Pardo Bazán, la novela ya puede encontrarse en todas las librerías.

 

Las “Aficiones peligrosas” de la adolescente Pardo Bazán salen a la luz por vez primera

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