9º-15º
jueves | 25 abril | 2024
La Salve sonó en estéreo. Por primera vez en diez años, y gracias a la voluntad de los vecinos de San Pedro de Visma, Nuestra Señora del Carmen fue honrada con dos procesiones en los dos extremos del mar coruñés.
La clásica, la de la Cofradía, la que parte de la iglesia de San Jorge y bendice las aguas del puerto, fue multitudinaria. Desde el pasado día 7 los fieles llevan preparando su día grande con novena, misa y Rosario diarios. En San Jorge los actos arrancaron a mediodía, con la misa solemne, que estuvo engalanada con las voces armónicas de la coral del Club de Pensionistas de la Casa del Mar.
emociones
Por la tarde llegó la hora de la emoción. Con un tiempo espléndido, algo que no siempre ha sido así, el paso partió del templo para buscar la comunión con el mar. En la dársena se produjo la invocación a al Virgen y la oración por los hombres del mar y la tradicional procesión por la bahía a lomos de las embarcaciones pesqueras.
Pero lo mismo que la del Pilar dice que no quiere ser francesa, alguien debió escuchar a la Virgen del Carmen decir que también quiere ser obrera, y tras diez años de ausencia, regresó ayer a San Pedro de Visma para bajar a hombros de sus humildes gentes hasta O Portiño.
En este caso, en lugar de escapularios se repartieron sardinas y la fiesta concluyó con la actuación de un dúo musical.
La iniciativa de la asociación de vecinos, apoyada por el Club Marítimo de O Portiño fue un acierto y los participantes no se despidieron sin reclamar otra cita para el año que viene. Doble tarea para Nuestra Señora. n
