La Torre atrae en un día a visitantes de 30 países

La Torre atrae en un día a visitantes de 30 países
El japonés Makoto Saito fue el primer turista que accedió al faro

Con puntualidad británica, la Torre abrió ayer al público a las diez de la mañana tras cinco meses cerrada. En el estreno de su nuevo personal y su pulida imagen, el faro recibió 273 visitas.

El primero en descubrir el renovado monumento fue un turista japonés, Makoto Saito. Antes de fotografiar todos los rincones del faro, Saito explicó que el día anterior trató de visitar la Torre, pero estaba cerrada. Las personas que ultimaban los detalles de apertura le informaron que podría acceder al día siguiente. No quiso esperar más tiempo, y a las diez de la mañana ya tenía un pie en su interior.

Saito explicó que conocía la Torre porque el faro romano es muy famoso en Japón desde su designación como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 2009. Llegó a la ciudad después de realizar el camino de Santiago desde Irún. En su recorrido por el monumento Saito estuvo acompañado por la directora de la Torre, Ana Santorum. Se llevó de recuerdo un folleto en japonés.

En menos de media hora ya habían accedido a su interior cinco personas. Mientras, Santorum, bajaba y subía escaleras (concretamente, 234)para mostrarle a los medios y a los primeros turistas los cambios. “El que fuma se plantea dejarlo”, bromeó esta argentina, de padre gallego y madre italiana, que optó para el primer día por ropa cómoda.

Santorum es una de las personas que pasó la selección que realizó el Ayuntamiento para contratar al personal de la Torre. “Es un desafío y una enorme personalidad”, reconoció, al tiempo que recordó que su misión es velar porque todo esté en orden y estudiar posibles mejoradas.

Según datos oficiales, por el faro se pasaron ayer turistas de 30 nacionalidades diferentes. Rusia, Finlandia, Rumanía, Polonia, Eslovenia, Chipre, Hungría o Tailandia, además de Japón, fueron algunos de los países de origen de los turistas. La reforma no impidió que la pregunta más repetida entre los turistas siga siendo, como siempre, dónde está el ascensor. “Podían haber puesto uno en el hueco de la escalera”, comentó un viajero procedente de Tarragona.

 

cambios

En su interior, la primera novedad se encuentra nada más acceder, donde, tras pagar tres euros (precio sin descuentos), el personal hace entrega de la nueva entrada con un dibujo de la Torre. Unos pasos más adelante, llama la atención una pantalla en la que, con imágenes y música, se muestra la evolución del faro.

Tercera novedad: los paneles explicativos, ahora en castellano, gallego e inglés. Santorum explica que en el recorrido por el yacimiento se mejoró la iluminación y se crearon una especie de terrazas que acercan al visitante a los restos. Se eliminó una pantalla táctil situada al final del trayecto, y otra de la sala Gianinni, dañada por un rayo. Se acondicionó el suelo de las escaleras y, según la directora, se limpiaron todas las paredes, llenas de pintadas y chicles. De hecho, los trabajos de limpieza continuaban ayer en una bóveda cerrada. n

 

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