La terminal de Bilbao es líder con un modelo que rechaza las subvenciones

  El caso del aeropuerto de Bilbao no es comparable al de A Coruña puesto que se trata de una terminal mucho más grande que mueve hasta cuatro millones de pasajeros anuales frente al millón con el que el pasado ejercicio se tuvo que conformar Alvedro. Pero sí podría ser una alternativa por la que apostar en caso de que las ayudas públicas se reduzcan, como parece que está sucediendo desde la Xunta. Y es que Bilbao Air, la sociedad creada para la promoción de estas instalaciones, rechaza totalmente las subvenciones a las compañías aéreas porque consideran que son “pan para hoy y hambre para mañana”.

Así, habla el director del organismo, Jon Gangoiti, y algo de razón debe tener porque en medio de la crisis no han perdido a ninguna compañía ni tampoco ningún destino, lo que para el portavoz demuestra que todos ellos son rentables. La entidad apuesta por promocionar ella misma los vuelos y la ciudad, en lugar de ceder el dinero a las compañías, porque en realidad los patrocinios nunca se destinan a ese fin. “Va para la caja”, asegura el responsable.

Su fórmula de trabajo consiste en realizar encuentros con los sectores estratégicos tanto en el País Vasco como con la ciudad con la que se conecten. Es el caso del enlace con Múnich, que comenzó con un vuelo y ya suma tres. Se organizó un cóctel en el que se citaron a agencias de viajes, touroperadores, prensa, empresas... y se invitaron a periodistas alemanes especializados para que promocionasen esta nueva ruta. Otro ejemplo fue la cena que se celebró en el museo de Tintín de Bruselas con algunos de los mejores restauradores vascos.

Una década de trabajo > Gangoiti explica que en este tipo de actos se pueden llegar a gastar 10.000 o 30.000 euros, muy lejos los 2,4 millones en las subvenciones de A Coruña.

Esta fórmula de trabajo comenzó hace una década con la nueva terminal diseñada por Calatrava y que tenía capacidad para cinco millones de pasajeros cuando Bilbao solo sumaba 2,4. “Eso hay que llenarlo”, se dijo la Cámara de Comercio, y fue esta entidad la que propuso a las administraciones crear una sociedad que hoy lidera. Además de la Cámara, el ente lo integran el Gobierno autonómico, la Diputación y los cinco Ayuntamientos limítrofes, estos últimos no colaboran en la financiación por su escaso tamaño.

En el País Vasco también existen tres aeropuertos, pero la situación no es similar a la de Galicia porque el tráfico de San Sebastián y Vitoria es residual, de 248.000 y 28.000 pasajeros anuales respectivamente frente a los 4 millones de Bilbao. La mayor parte de los usuarios de esta terminal eligen Madrid, 830.000, casi 600.000 Barcelona y otros 400.000 se dirigen a uno de sus tres destinos en las islas Canarias.