La Tercera Ronda deja al descubierto un cambio radical en los accesos a Alvedro

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R.L. > a coruña
  Quién lo iba adecir. Tras décadas de discusiones y proyectos, años de obras y enfrentamientos, el primer tramo de la Tercera Ronda entró ayer en servicio sin acto oficial alguno. Solo se dejó ver el alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, que aguardó a que se retirase la barrera, compuesta de conos, para ser el primero en circular. Lo hizo como un usuario más, pero fue todo un símbolo: la principal circunvalación de A Coruña nace con un tramo que atraviesa de lado a lado Culleredo.
La normalidad fue tal que incluso sorprendió a los agentes de la Guardia Civil que montaron un dispositivo en el acceso a Alvedro.Sin duda el aeropuerto y sus usuarios son los principales beneficiados por la nueva infraestructura.
La vieja N-550 a su paso por O Portazgo y Vilaboa es ya historia, aunque siga siendo una opción. Pero un único paso por el nuevo trayecto basta para comprobar que Alvedro tiene al fin la carretera que se merece. Apenas cinco minutos y ni una sola parada.
La mayoría de los que estrenaron el nuevo acceso lo hicieron “por pura curiosidad”. Una hora después de su apertura, el tramo de la avenida de Nueva York que une Alfonso Molina con la escuela infantil Los Sauces registraba una intensidad de tráfico inusual. Tras salvar unos badenes bastante más agresivos de lo normal, ya en plena AC-14, el viaje se hace con la comodidad propia de una autovía, trufada de falsos túneles y viaductos, y camino de una gran rotonda en la que se puede escoger entre seguri camino de Ledoño o enfilar hacia Alvedro. En este segundo caso, la carretera se convierte en una calzada convecional de un carril por sentido, y que desde la mitad de su recorrido ya muestra el aeropuerto con una perspectiva nunca vista.
En sentido contrario, de regreso a la ciudad, un carril para vehículos lentos facilita aún más la circulación. Eso sí, en la rotonda que devuelve al conductor a la Tercera Ronda, de nuevo los badenes reductores de velocidad que solo satisfarán a los fabricantes de amortiguadores.

Con la A-6 > La otra utilidad del tramo puesto ayer en funcionamiento es la de “acercar” a los coruñeses la A-6 y sus posibilidades de conexión. Hacia lo que algún día será el kilómetro 9 de la AC-14, se puede escoger entre tomar la autovía en dirección Arteixo, hacerlo en sentido contrario hacia Lugo y Madrid, e incluso optar por la vía rápida de Cerceda.
También hay un ramal que permite regresar hacia Tarrío por la tradicional carretera de San Cosme y A Garrocha.
Tras la apertura, los operarios de Fomento se dedicaron a ir descubriendo las señales instaladas hace tiempo en la A-6, pero ocultas tras plásticos negros para evitar confusiones.
No sucedió lo mismo en Alfonso Molina, donde hasta el momento no se ha anunciado la nueva opción, y que en cuanto se haga hábito entre los conductores supondrá un gran alivio a las castigadas travesías de Vilaboa y O Portazgo. Una alegría más para los usuarios de Alvedro: con la nueva carretera se ha estrenado también un nuevo enlace entre la rotonda de la N-550 y los carriles que circundan el párking. La vieja subida, que discurría pegada a la verja de la pista, ha sido cerrada y en el futuro solo dará servicio al personal del aeropuerto.
En un futuro que cuesta ceñir a un plazo concreto, todo esto será una parte más de una carretera que tiene su origen en la Ronda de Outeiro.

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