La reinstalación siguió nuevas pautas para que el proceso finalice en cinco días

La instalación de molusco que realizaron ayer los mariscadores  de O Burgo en la jaula que proporciona la Xunta para su depuración en una zona catalogada como A, en Ferrol, siguió nuevas pautas para acelerar el proceso de depuración. Con el producto que enviaron otras cofradías a esta estructura se detectó que el sistema no funcionaba tan bien en la ciudad departamental como en Aldán, Pontevedra, donde el marisco solo tardaba cinco días en rebajar sus niveles de bacteria E.coli.
Ahora se pretende aumentar la oxigenación de las almejas disminuyendo la cantidad de producto por jaula. En el caso de ayer se colocaron unos seis kilos de bivalvo por caja –antes el máximo estaba en diez y se ha rebajado a ocho–, que se intercalaron entre llenas y vacías hasta llenar la jaula con capacidad para 60 depósitos.
El camión no llegó hasta las tres de la tarde, momento en el que se empezó a barajar cómo distribuir el molusco. Todo el proceso, que se alargó más de una hora,  se realizó bajó la vigilancia y consejo del biólogo de zona de la Consellería do Mar, la jefa de servicio de marisqueo de este mismo departamento, además de un inspector de pesca, la asistencia técnica de la cofradía y una técnica del Cetmar (Centro Tecnológico del Mar). Hoy los profesionales repetirán la jornada de trabajo y esperan llenar una segunda jaula.

La reinstalación siguió nuevas pautas para que el proceso finalice en cinco días

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