La preparación de los arenales seguirá adelante a pesar de la alerta naranja

La preparación de los arenales seguirá adelante a pesar de la alerta naranja
el espectã¡culo de las mã¡quinas moviendo toneladas de arenas se convirtiã³ en una atracciã³n para el pãºblico javier alborã©s

El tiempo inestable, con sensaciones térmicas muy frías, que se está viviendo estos días, hace desconfiar a muchos de que el verano esté cerca. Pero la aparición de las grandes excavadoras en los arenales de Riazor y Orzán ha convencido a los que se acercaron ayer al Paseo Marítimo de que, efectivamente, la temporada de playa está al llegar. Durante los próximos quince días, las máquinas removerán la arena para deshacer las dunas que protegían el paseo de las mareas vivas. Ni siquiera el mal tiempo que ha provocado que se declare una alerta naranja para hoy interrumpirá la labor de la concesionaria Cespa.
De hecho, fuentes de los servicios de emergencia señalan que no se espera que las olas de cuatro o cinco metros de alto de las que habla el informe de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) azoten con fuerza las mismas playas que están preparando las excavadoras. Sin embargo, fuentes municipales señalan que se mantendrá el dispositivo habitual, que incluye efectivos de Bomberos desplegados en la Coraza, solo en previsión de posibles accidentes, aunque no se vedará el acceso a la playa por culpa del mal tiempo, sobre todo porque el monte de San Pedro bloqueará los vientos, que soplarán predominantemente del suroeste.
Si se restringe el acceso será solo por el peligro que representan la maquinaria pesada trabajando en una zona que ya empiezan a frecuentar los aficionados broncearse. La Concejalía de Medio Ambiente anunció el pasado fin de semana que se acotarán con vallas los sectores en los que se esté trabajando en cada momento. Ayer, los bañistas que acudieron a Riazor tuvieron que conformarse con tenderse al sol en las rocas que rodean a Las Esclavas para dejar el paso libre a las excavadoras que iban y venían por el arenal.
De todos modos, los trabajos continuarán sobre todo durante las mareas vivas, para que se pueda aprovechar que el mar llega a su nivel mínimo para distribuir la arena de manera más uniforme y evitar formar pozos donde caiga la gente cuando la vuelva a cubrir el mar. Fuentes municipales esperan que el mal tiempo obligue a reponer de nuevo la arena en un momento u otro durante los trabajos. “Pero es habitual, ocurre prácticamente todos los años y no esperamos retrasos”.
Lo que no puede garantizar el Ayuntamiento es si la meteorología permitirá a los coruñeses y a los visitantes disfrutar de las playas recién allanadas. Los meteorólogos siempre insisten en que es arriesgado hacer previsiones más allá de unos días, pero sus colegas de Francia no son tan apocados, y ya los que paseaban por la zona comentaban la noticia de que después de una primavera húmeda y fría vendrá un verano de tiempo inestable y lluvioso. Muy parecido, quizá, al del año pasado.

La preparación de los arenales seguirá adelante a pesar de la alerta naranja

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