La Policía Local acaba a base de multas con el “vicio” de aparcar en San Andrés

La Policía Local acaba a base de multas con el “vicio” de aparcar en San Andrés
La costumbre de invadir las aceras de la calle peatonal se da también durante el día quintana

El refrán asegura que, de noche, todos los gastos son pardos. Y para muchos conductores ese dicho es válido también en el caso de las rayas amarillas, que se vuelven simplemente blancas al caer la noche y de ahí a pasarse de la raya, hay un paso. Por eso muchos se habían acostumbrado a aparcar sobre la acera del último tramo de San Andrés aprovechando que se encuentran que las obras las habían rebajado al mismo nivel de la calzada.

Durante las obras, los conductores se acostumbraron a aparcar en la acera

Era una práctica propia del fin de semana, y que la Policía Local toleraba. Hasta ayer, cuando los conductores que regresaban de disfrutar del ambiente nocturno se encontraron en el parabrisas de sus vehículos las multas por aparcamiento indebido. Los agentes municipales estuvieron imponiendo denuncias hasta las tres de la madrugada del jueves y el viernes a los desprevenidos conductores. Y es que, con la finalización de las obras de San Andrés, ha desaparecido la condición de zona franca de esta calle que ahora tiene vocación peatonal.

El Ayuntamiento envía así un mensaje a los visitantes de fin de semana: no está dispuesto a que su nuevo y flamante paseo, que le ha costado 900.000 euros y nueve meses de obras acondicionar, se convierta en una zona de aparcamiento en cuando caiga el sol, sobre todo cuando pretende implantar el mismo modelo en otras calles del centro. En un principio, incluso, se había planteado la peatonalización total de la calle y solo la postura contraria de los vecinos persuadió al gobierno de Carlos Negreira de limitar el corte de la circulación al último tramo.

 

zonas "irregulares"

Pero estas razones no convencen a muchos conductores, que se sienten “engañados” por la Concejalía de Tráfico, puesto que había permitido durante meses que se aparcara allí sin poner multas y no había avisado de su cambio de actitud. En realidad, no es algo nuevo: hay muchas zonas del centro de la ciudad que se convierten en aparcamientos irregulares durante las noches de fin de semana: la avenida de La Marina, la calle Zalaeta o la avenida de Pedro Barrié de la Maza son las más conocidas.

En el caso de las dos primeras, se ha vuelto una costumbre aparcar aprovechando la mediana como si fuera una acera más y reducir el espacio para circular a un carril en cada sentido, aprovechando que, de noche, ya no están importante transitar con fluidez como encontrar un aparcamiento.

La mayoría es capaz de dar vueltas durante un cuarto de hora antes de resignarse a estacionar en los párkings subterráneos, que el gobierno local considera “infrautilizados” y evitar así tener que pagar siete euros. Pero si la Policía Local se muestra tan rígida en evitar el estacionamiento irregular en los lugares habituales como en San Andrés, quizá no quede más remedio.

 

La Policía Local acaba a base de multas con el “vicio” de aparcar en San Andrés

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