La Policía Nacional investiga los ataques “okupas” a varias oficinas bancarias

  La Policía Nacional investigará los actos vandálicos que tuvieron lugar durante la noche del sábado en el entorno del mercado de San Agustín, donde varias sucursales bancarias situadas en al plaza, así como en la calle de Marqués de Pontejos, fueron atacadas por grupos de jóvenes que destrozaron los cristales de los escaparates y de los cajeros automáticos. En un principio, el sospechoso más evidente es el colectivo “okupa”, que esa misma tarde había convocado una manifestación en la plaza de España en protesta por el desalojo de la Casa das Atochas. Desde la Jefatura Superior de Policía aseguran que no se ha practicado ninguna detención, pero ya han comenzado las pesquisas, cuyo primer paso será recabar imágenes de las cámaras de seguridades de las sucursales bancarias atacadas.
Los “okupas” también se cebaron con el mobiliario urbano, como contenedores y alguna que otra cabina de teléfono cuyos cristales hicieron añicos pero, a pesar de todo, fuentes policiales aseguran que la jornada del sábado no causó graves daños. En parte, el Cuerpo Nacional de Policía lo considera un éxito, sobre todo en lo que atañe a la concentración de la plaza de España, donde un fuerte dispositivo de antidisturbios consiguió impedir que más de 200 manifestantes marcharan por el centro de la ciudad en lo que habría sido una manifestación ilegal.
Algo parecido había ocurrido el pasado martes por la tarde, el mismo día del desalojo, cuando los “okupas” habían decidido ir a protestar al Obelisco. Entonces decidieron marchar por la calle Real y, aunque los antidisturbios estuvieron a punto de cargar, la situación desaconsejó llevar a cabo la actuación por la gran cantidad de público presente.

Guerrilla urbana > En cambio el sábado, pudieron aislar a los “okupas”, pero poco sirvió cuando volvieron a reunirse en pequeños grupos que recorrieron el centro de la ciudad. Efectivos tanto de la Policía Nacional como la de Local intentaron seguirles, pero resultó imposible llevar el ritmo de esta “guerrilla urbana”, como la definieron fuentes policiales, y no pudieron impedir el vandalismo.
La mayor parte de los destrozos se dieron pasadas las diez de la noche, y fueron muchos los vecinos que fueron testigos de los actos de violencia. “Al principio, creí que alguien había marcado en el partido –explicaba una residente de la calle de Marqués de Pontejos– porque escuché petardos. Después escuché los golpes contra los escaparates”.
“Era como una explosión cuando se rompían –explicaba otra señora, que había observado desde su ventana– eran muy jóvenes, y llevaban capuchas”. Al parecer, los integrantes del grupo, que podían ser entre veinte y treinta, emplearon piedras para romper los vidrios y luego volcaron los contenedores. La Policía vino mucho después, cuando ya se habían marchado”. Incluso para los vecinos de la zona, acostumbrados al botellón, fue impactante.