La oposición cierra filas y rechaza la modificación del presupuesto a mitad de año

Los grupos municipales de la oposición en el Ayuntamiento se han unido en un frente común que rechaza de pleno el último modificativo de crédito, aprobado el pasado jueves por la junta de gobierno. Ni socialistas, ni nacionalistas, ni el grupo de Esquerda Unida-Os Verdes entienden que el gobierno local modifique el presupuesto municipal tras haber transcurrido cinco meses desde el inicio del ejercicio económico, cuanto menos si el cambio afecta a un “treinta por cierto” del montante total, como aseveran desde el PSOE.
Desde el principal grupo de la oposición acusan al equipo de gobierno popular, y en particular al alcalde, Carlos Negreira, de “no saber a dónde lleva la ciudad”. “Con un gobierno de mayoría absoluta, Negreira aprobó en diciembre los presupuestos que nos iban a sacar de la crisis y a mitad de año utiliza su mayoría para enmendarse a sí mismo y reconocer que gobierna a bandazos”, critican los socialistas.
Por su parte, el portavoz de EU, César Santiso, ha sido muy crítico con la gestión municipal a este respecto y señala que este último modificativo de crédito “amosa a falta de compromiso e desinterese pola cidade, e rectifica o proxecto do goberno local poñendo e quitando cartos para saír do paso”.

TÚNEL DE LA MARINA
El BNG, por su parte, secunda estas mismas críticas y hace más latente su descontento por la inversión de estas cuantías de dinero de los presupuestos municipales en la construcción del túnel de La Marina. Los nacionalistas entienden que esta infraestructura es “un capricho” y que no corresponde al consistorio asumir el coste de su construcción. Además, al igual que el PSOE y EU, critican que “o concello se embarca nunha obra faraónica sen ter garantida a participación de finaciamento doutras administracións”.
Asimismo, la oposición denmuncia que la Autoridad Portuaria y la Xunta no se hayan comprometido a realizar las inversiones necesarias para que la infraestrutura pueda llevarse a término sin que ello implique “reducir significativamente os investimentos na cidade por parte do goberno local”.