La hostelería teme la imposición de cuotas desde nueve grupos similares a la SGAE

La hostelería teme la imposición de cuotas desde nueve grupos similares a la SGAE
muchos empresarios pensaron que era un timo al iniciar el cobro por separado susy suárez

Los promotores musicales, los autores de los videos, los músicos, los compositores, los intérpretes... todos quieren imponer sus tasas a bares y cafeterías. La Asociación de Hostelería de A Coruña advierte del miedo que hay en el sector a que las nueve entidades de gestión existentes hasta el momento consigan imponer sus cuotas, dado que ahora ya atienden a las demandas de tres, entre ellas la SGAE. Además, recuerda que el servicio por el que se están emitiendo los recibos –el uso de música ambiental en los locales– está prohibido por la ordenanza de medio ambiente.
“Ahora mismo están operando en la ciudad tres entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual”, explica el abogado de la Asociación de Hostelería de A Coruña, Pablo Fernández. El letrado concreta que se trata de la SGAE, Agedi  (Asociación de Gestión de los derechos de Propiedad Intelectual de los productores fonográficos) y AIE (Asociación de Gestión de los derechos de Propiedad Intelectual de los artistas intérpretes o ejecutantes), estas últimas que “operan de forma conjunta”.
“Es un abuso porque los precios los marcan ellas y muchos no están regulados”, critica el presidente de la asociación, Héctor Cañete, que teme que en los próximos meses las otras seis entidades intenten obligar a pagar sus tarifas a los hosteleros de la ciudad, dañando todavía más sus economías en un momento de caída del consumo.

Cañete afirma que el sector se siente “indefenso” porque ya paga a tres entidades de gestión

mucha incertidumbre
“Hay miedo a que se impongan porque todo el mundo tiene una sociedad de gestión y además sin que tengamos claro quienes son”, insiste Cañete. Habla, por ello, de “incertidumbre” y de que el “sector se siente indefenso” ante una situación que se inició hace unas décadas.
Según el asesor jurídico hasta hace unos años todas funcionaban bajo el paraguas de la SGAE, pero ahora las nueve trabajan por libre. El problema es que al desagregarse los cobros –aunque en la ciudad los siguen haciendo los representantes de la organización más extendida– la tarifa no siguió siendo la misma, sino que cada grupo estableció la suya incrementando así los costes para los hosteleros.
Desde la asociación reconocen que en los primeros momentos incluso se pensó que era un timo y las facturas se pagaron, precisamente, “cuando la SGAE toma las riendas” y emitió todos los recibos pero por separado.
El representante de los empresarios denuncia que “todas quieren cobrar por una actividad ilícita”, puesto que la ordenanza municipal de Medio Ambiente rechaza por completo la programación de música en las cafeterías, bares y restaurantes coruñeses.
Recalca, además, que “nadie sabe lo que pasa con esa especie de impuesto que están cobrando entidades privadas”. Advierte de que todos los pagos, que van en función del número de reproductores musicales y televisiones que tenga cada negocio, están generando una situación todavía más precaria en el sector. Por ello, muchos hosteleros están evitando al máximo asumir estos gastos extra.

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