La Guardia Civil busca a los fugitivos de la banda del Este en Castilla y León

La Guardia Civil busca a los fugitivos de la banda del Este en Castilla y León
parte del material incautado a la banda del este fue exhibido en al comandancia de lonzas susy suárez

La Guardia Civil continúa la caza de los integrantes de la banda del Este responsable de cerca de 70 asaltos a chalés en la provincia que aún siguen en libertad. El coronel Benedicto González, de la Comandancia de Lonzas, explicó que esperan poder detenerlos “en breve” y aseguró que no han salido del país. En cuanto a dónde se encuentran exactamente, otras fuentes dentro del Instituto Armado apuntan a algún lugar indeterminado del norte de Castilla y León.

Sin documentación falsa ni manera de conseguirla, las autoridades esperan detenerles pronto

Según parece, la situación de estos tres albano-kosovares (o cinco, según algunas fuentes) es delicada porque la operación “Goldgang” que se dio a conocer a finales de octubre, echó por tierra toda su organización y los investigadores conocen las identidades que usaban hasta ahora. Eso significa que no disponen de documentación falsa ni de ninguna manera de conseguirla. Además, los investigadores del equipo de Patrimonio de la Policía Judicial de A Coruña y del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) también conocen el piso donde se refugiaban en Lugo y que abandonaban solo para dirigirse al área metropolitana de A Coruña y Santiago, donde cometieron la gran mayoría de sus robos.

Si todo marcha como espera la Guardia Civil, los ladrones albano-kosovares se reunirán muy pronto con su jefe. A este lo detuvieron, junto con su pareja búlgara, cuando se encontraban en Madrid vendiendo el producto de sus robos. Se trata de Arlindi Deda, un albanés de 38 años que acumuló hasta seis kilos y medio de joyas robadas en un zulo de Guardarrama de donde las sacaba solo para venderlas.

 

muy organizados

Precauciones como esta contribuyeron a hacer difícil detener a la banda, a pesar de lo cual, fuentes de la Guardia Civil hicieron hincapié en la rapidez con la que se desarrolló la operación. Los primero asaltos que se les achacan tuvieron lugar a finales de verano, y solo dos meses después el grupo ya estaba desarticulado, a pesar de su forma de comportarse “organizada con unas formas de operar muy regladas”, como las describió el delegado del Gobierno, Samuel Juárez, el pasado 31 de octubre.

Esta forma de actuar es típica de las bandas formadas por criminales extranjeros, mucho más profesionales en su forma de actuar, y que suelen emplear tácticas de contravigilancia. Esta misma disciplina les permitía permanecer encerrados durante semanas en su piso de Lugo sin hacer nada más que “trabajar”, aunque, según fuentes de la Guardia Civil, se desquitaban al llegar a Madrid, donde se hospedaban en hoteles de cientos de euros la noche.

Ahora es de esperar que estén actuando de forma más discreta, buscando lugares donde su presencia no llame la atención y tratando de no dejar rastro. Pero las autoridades están convencidos de que, al no poder salir del país, caerán sin remedio en pocos días.

La Guardia Civil busca a los fugitivos de la banda del Este en Castilla y León

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