La falta de molusco y los bajos precios dejan sin beneficios a los mariscadores

La falta de molusco y los bajos precios dejan sin beneficios a los mariscadores
Apenas 435 kilos de bivalvos consiguió extraer ayer el colectivo de a pie en O Burgo quintana

Los mariscadores siguen teniendo problemas para llegar a tener beneficios a final de mes, pero en estas fechas la falta de ingresos es aún más llamativa. A la escasez de molusco que lleva denunciando todo el año la cofradía se unen los bajos precios a los que venden el producto a pesar de la proximidad de la Navidad y, sobre todo, las pérdidas acumuladas tras los meses de cierre por toxinas. Los profesionales denuncian que los furtivos han esquilmado los bancos y por ello ahora no alcanzan, y ni se acercan, a los topes legales.

La almeja se vende por la mitad del valor de hace unos años en estas fechas

Prueba de ello es que ayer el colectivo de a flote solo consiguió extraer 435 kilos de molusco, unos 8,7 por persona –bajaron a faenar medio centenar de mariscadores– cuando la normativa les permitiría a llegar a los 26 kilos. Así, ayer en total podrían haber vendido 1.300 kilos aproximadamente, según la especie.

Pero el otro obstáculo que se suma ahora a la escasa cantidad de marisco es el bajo precio que están pagando por él los compradores, parece que por la falta de demanda. Según explica el presidente de la asociación de a pie, Manuel Baldomir, los empresarios depuradores –debido a la contaminación el producto de O Burgo, la mercancía tiene que pasar por un proceso de limpieza y no se puede vender libremente– aseguran que tienen las plantas al completo porque la gente no compra bivalvos y de ahí que paguen menos.

Aunque el marisco de la ría de O Burgo nunca estuvo tan bien valorado como el de otras zonas de Galicia, el representante del colectivo asegura que antes de que el estuario se cerrarse, en 2007, en estas fechas la almeja fina grande llegaba a los 36 o 37 euros el kilo y la babosa a los 9 o 10. En cambio, ahora se quedan en 15 euros una y cuatro la otra.

Son precios de la subasta de ayer, en la que el colectivo solo consiguió 3.325 euros, lo que se traduce en unos 66,5 euros de ingresos por persona. La almeja terciada o pequeña se quedó en 10 euros y la japónica en 4,60, el mismo precio que alcanzó el berberecho.

El cambio de valoración tampoco se debe a que el molusco haya empeorado. Según Baldomir, es bueno y el año pasado la almeja fina también superó los 30 euros.

“Non nos queda outra”, declara Baldomir al respecto de que ayer salieron a mariscar pese al temporal, e insistía en que los continuos cierres de este año les han hecho mucho daño. “Perdemos cartos”, apostilla.

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