La extraña sensación de abismo

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Reportaje de marta garcía márquez

macuf “en el borde del mundo”

El Macuf hace las maletas y se va a finales de este mes hasta la península escandinava para rescatar a un talento. Lo pesca con caña y lo trae en bandeja para que el espectador lo conozca a fondo. Se llama Pentti Sammallahti y viene con una inmensa colección de instantáneas debajo del brazo.
Sus imágenes se alejan de las modas. Tienen la cualidad de perennes en un mundo atado a lo que se lleva. Por eso, se sitúa en un borde desde donde las fotografías salen en blanco y negro, divertidas y serias, pero aisladas de eso que llaman tendencia y hace que todo sea lo mismo.
La colección que se inaugurará el próximo día 29 incluye un poco de lo que al autor le gusta retratar. Será blanca en cuanto el objetivo pise la nieve y dará escalofríos en series realizadas desde su Finlandia natal hasta Rusia, lo que no quita que el objetivo se detenga para descansar en otras latitudes. Tiempo entonces para conquistar otras tierras. Distintas. Es así como los Balcanes, Marruecos, India, Nepal e incluso Turquía entran en juego. Su encanto se decolora sin lejía y aparece intacto. Sin parsimonias.
El comisario de la exposición, Alain D’Hooghe, explica que Sammallahti opta por el formato panorámico para recoger paisajes con pobladores. Aunque la presencia humana es escasa, las personas que aparecen en sus composiciones vagan despistadas y sin rumbo. Por otra parte, las casas y barracas se encuentran en el chasis. A punto de desmoronarse y los animales, normalmente perros, pasan del segundo al primer plano para deambular como la gente. Con la mirada perdida. Hacia un horizonte que parece el fin. De ahí el nombre de la muestra: “En el borde del mundo”.
El experto dice que el finlandés hace uso de la ironía. Se dirige al hombre y le habla de su condición. Para ello, recurre a los bichos. Ellos actúan como los personajes de una fábula donde se representa el mundo. Su mundo  siempre produce la misma sensación de ser lo último, de que unos pasos más allá está el vacío. El comisario no sabe si es por el encuadre o el tipo de paisaje retratado  pero lo cierto es que no hay mejor frase para definir su obra.

Enfoques > En este aspecto, sus piezas cuentan con dos enfoques. Por un lado, está el paisaje contemplativo, donde la naturaleza juega un papel primordial. Aquí la forma de una nube, la inmensidad del mar o la inclinación de una rama dicen cosas. Por otro, está el instante, que es decisivo y hace que las obras tengan la particularidad de ser únicas. D’Hooghe cuenta que entre lo que se observa y lo que el artista es capaz de plasmar reside una parte importante de lo que conforma su impronta visual. De esta forma, la fuerte personalidad del artista hace que se le considere como uno de los profesionales más destacados de Finlandia. El Macuf le toma la palabra.


 

La extraña sensación de abismo

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