La examante del joven acuchillado en A Cubela, culpable por unanimidad

La examante del joven acuchillado en A Cubela, culpable por unanimidad
la principal acusada se enfrenta ahora a una petición de condena de 20 años por asesinato quintana

El jurado ha escuchado sus palabras y los ha considerado culpables. No tanto por lo que contaron en el juicio y sí por lo que hablaron en los días previos y posteriores a la muerte de Yonier Alejandro Arenas, el joven acuchillado en enero del año pasado en la plaza de A Cubela. Las conversaciones de varios de los acusados, tanto a través de las redes sociales como por teléfono, entre ellos y también con su víctima, sustentan un veredicto que considera a las cuatro personas sentadas hasta ayer en el banquillo de la Audiencia inductora, autor, cómplice y encubridora de asesinato.
El tribunal popular es unánime al interpretar el crimen como un “ajuste de cuentas” y al señalar a su máxima responsable: la treintañera colombiana que desde el año 2009 había mantenido una relación sentimental con el fallecido, un veinteañero de su misma nacionalidad. Los jurados concuerdan al concluir que ella fue quien ideó dar muerte a su examante al descubrir que mantenía relaciones sexuales con otras mujeres, entre ellas su hija quinceañera, y que fue quien convocó, asesoró e involucró a los dos hombres que se encargarían de perpetrar el ataque.
Se trata de su exmarido y el novio de su hija, el autor confeso de las dos cuchilladas. Sobre este joven –tiene 19 años– el jurado entiende probado que actuó encolerizado, después de que la principal acusada lo convenciese de que la víctima había abusado de su pareja y la había dejado embarazada. En cuando al segundo varón que, según el veredicto, acudió a la plaza de A Cubela, los jurados, por mayoría, lo consideran una pieza secundaria del plan, que habría salido adelante igualmente sin su presencia.

venganza
Las siete mujeres y los dos hombres que configuraron el jurado estiman que la examante de Arenas fue quien lo planificó todo: el modo de sacar de su casa al joven aquella noche mediante engaños –simulando una cita con su hija a través del Whatsapp– y el modo de desarrollar su venganza a manos de sus dos cómplices. El veredicto considera también que ella misma estaba presente en A Cubela, apostada en la entrada de un garaje próximo vigilando.
Esta era ya la conclusión a la que había llegado la Policía tras investigar el posicionamiento de los móviles de los implicados y los mensajes que aparecían en el teléfono del fallecido, enviados por la principal acusada y su hija en los instantes previos al acuchillamiento y también en minutos posteriores. La investigación sacó también a la luz varias conversaciones telefónicas de la sospechosa y los muchos mensajes que intercambió su hija con su novio y otra joven con la que este salía en paralelo, a la que el jurado culpa de ocultar datos de crimen y de hacer desaparecer el arma homicida.
Todas estas palabras están detrás del veredicto, que se ampara además en las declaraciones de los testigos, las distintas versiones que durante el procedimiento fueron prestando los implicados y las comunicaciones de algunos de ellos en la red social Tuenti, que es donde empieza a gestarse el “escarmiento” de la madre y la hija contra el amante común.
Precisamente, la voz de estas dos mujeres es la que menos tiene en cuenta el tribunal cuidadano, que rechaza la posición que ambas mantuvieron en el juicio, por la cual la menor era la única responsable de la muerte del hombre con el que se había acostado desde los 13 años.

condenas
La última palabra, a expensas de los recursos que puedan presentar las defensas, la tiene ahora la magistrada que ejerció de presidenta del jurado, encargada de dictar sentencia acorde al veredicto. Antes de que se conozca, la Fiscalía y la acusación particular –que ejerce el abogado Manuel Ferreiro en nombre de la familia del fallecido– formularon ayer sus peticiones –, que implican una pena de 20 años de cárcel para la principal acusada, como inductora de un asesinato agravado por la relación íntima que la unía a la víctima.
Para el autor del acuchillamiento se piden 16 años, al estimarse como circunstancia atenuante de su responsabilidad el estado de “cólera” que le había inducido la madre de su novia con las mentiras respecto al embarazo de su hija. Para el considerado cómplice, las acusaciones solicitan la pena mínima que recoge el Código Penal, siete años y medio, y para la encubridora, un año y medio, lo que la libra de ingresar en prisión.

La examante del joven acuchillado en A Cubela, culpable por unanimidad

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