La crisis y la subida de precios reducen un 18% el consumo de carburantes

La crisis y la subida de precios reducen un 18% el consumo de carburantes
un conductor reposta carburante en su vehículo en una estación de servicio de a coruña

El movimiento entre distintos puntos de la ciudad, ya sea por ocio, necesidad o trabajo, parece una actividad irrenunciable pero eso no impide que los coruñeses hayan reducido al máximo –y lo sigan haciendo– el consumo de los carburantes más utilizados por los turismos. Las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) indican que desde el inicio de la recesión en el 2007 hasta el año pasado la venta de la gasolina 95 y el Gasóleo A cayó un 18%. Otras pruebas, como los cambios a la hora de acudir a la gasolinera, demuestran que para los coruñeses el vehículo puede ser prescindible en muchos casos.
El Boletín Estadístico de Hidrocarburos de Cores situó a Galicia como la séptima comunidad en consumo de carburantes en 2010 y siguió en esa posición en 2011 pese a la notable bajada de las cifras debido a que otras comunidades también reducen el gasto en estos productos que antaño parecían de primera necesidad para asegurar la movilidad.
Sin embargo, los datos más pormenorizados sobre la provincia –y por consiguiente de la ciudad porque es una de las grandes consumidoras dentro de A Coruña– especifican que en los últimos seis años la solicitud de particulares y empresas de carburantes disminuyó un 18%, cifra que va mucho más allá si se habla únicamente de la gasolina 95 (la más cara, solo por detrás de la gasolina sin plomo 98).
Si en 2007 los surtidores de las gasolineras coruñesas despacharon 128.395 toneladas de este hidrocarburo, en 2012 se quedaron muy poco por encima de las 99.000 toneladas. Es decir, se produjo un bajón del 23% y aunque el estudio pormenorizado demuestra que en los meses de verano los consumos remontan esto no sirve para salvar cada ejercicio.
No lo dicen únicamente los fríos datos de una patronal, sino que también lo indican las empresas dedicadas al sector en A Coruña y los responsables de algunas gasolineras, los intermediarios más próximos a los conductores.

podría ser mayor
“Es cierto que ha descendido el consumo en el caso de los vehículos particulares pero las operaciones que se mantienen siguen en los mismos niveles que antes”, explica una empresa de estaciones de servicio radicada en A Coruña.
“Sufrimos unha baixada grandísima, redúcense as ventas cada vez máis”, reconoce abiertamente el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de A Coruña, Julio López, que aclara que la clave está en que “se antes a xente andaba co coche con máis alegría, agora se pode anda moito menos nel”.
En A Coruña el año pasado “quedouse nun 7 ou 8% de ventas menos que o ano anterior e este estímase unha baixada maior, o que está levando a moitas estacións aos límite”. “As grandes están aguantando pero as pequenas teñen costes altísimos e van superando os problemas porque en xeral son empresas familiares”, destaca López.
Por su parte, en una gasolinera también implican a la caída de la industria en la mala situación. “De marzo del año pasado a marzo de este año el consumo cayó en 7.000 litros diarios entre otras cosas porque no hay tantos camiones, que son los que más repostan”, comentan. Pero no solo importan las cifras a gran escala sino los cambios que se producen a diario entre los pequeños consumidores.
Desde la empresa dedicada a la gestión de varias estaciones subrayan que se ha extendido lo que llaman “economía de escala”, es decir, “los usuarios suministran menos cantidades pero más veces”, quizá también por la subida continua de los precios. “Han cambiado sus hábitos de consumo pero la gente que sigue usando el coche al final sigue comprando la misma cantidad de carburante”, recuerdan.

una mayor picaresca
En otra gasolinera cuentan que la “gente que antes llenaba el depósito ahora echa cinco o diez euros y va tirando o aprovecha para turnarse al llevar el coche al trabajo con los compañeros”.
El presidente de la asociación provincial ve otro problema –además de la caída incluso en los combustibles agrarios–: “O aumento da picaresca”. “Cada vez vemos máis casos de xente que di que se deixou a carteira ou que olvidou os cartos ou incluso hai quen se vai sen pagar”, lamenta el representante. n

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