La cofradía faenó con normalidad ayer, pese a que ya se había filtrado el gasóleo

 c.r. > a coruña
  El cierre de la ría se produjo pasadas las cinco y media de la tarde, eso significa que durante toda la mañana de ayer los mariscadores, tanto de a flote como de a pie, faenaron con normalidad y vendieron un marisco del que se desconoce su estado. La filtración se produjo el martes, al menos fue entonces cuando la Xunta tuvo conocimiento de ella, pero la Consellería do Mar esperó hasta la tarde para prohibir los trabajos.

“Como consecuencia do vertido acontecido no día de hoxe na ría do Burgo e co gallo de evitar a posibilidade de que cheguen ao mercado productos marisqueiros en condicións non aptas para o consumo humano (...) resólvese prohibir cautelarmetne a extracción”, se leía en la notificación del Intecmar, publicada en Internet y que también se hace llegar a la sede de la cofradía.
Pese a ello, ayer por la tarde muchos mariscadores que preveían acudir hoy a los bancos a trabajar las nueve de la mañana, todavía no se habían enterado del accidente, del que tuvieron conocimiento a través de los medios de comunicación.
El presidente del colectivo de a pie, Manuel Baldomir, era uno de ellos. Se mostraba muy preocupado por la cantidad de gasóleo derramado y temía que, tras el vertido de queroseno, esta segunda fuga incrementase los niveles de hidrocarburos en los bivalvos.