La Cocina Económica opta por asumir en solitario el reparto de comida en los barrios

No serán necesarios ni vecinos ni una red de voluntarios. La Cocina Económica ha tomado la decisión de reimpulsar el proyecto a través del cual quería deslocalizar parte del servicio de comidas a los barrios por su cuenta y se encargará tanto de la distribución como del reparto personal. Con esta determinación, lo único que necesita la entidad benéfica es que el Ayuntamiento medie para conseguir la cesión de los locales vecinales en O Birloque-Elviña y Os Castros.
Si bien el concejal de Servicios Sociales, Miguel Lorenzo, pedía hace semanas la colaboración ciudadana para ocuparse del servicio una hora al día, finalmente será la Cocina Económica la que asuma todo el trabajo para dar origen a su proyecto. “Ante las dificultades para encontrar voluntarios con carácter constante también vamos a hacer el reparto”, explica el tesorero de la organización, Emilio Suárez.
Así, el personal que se desplace en la furgoneta adaptada a la distribución, se irá quedando en los dos barrios en los que se quieren empezar a repartir las raciones.
En principio, Suárez, avanza que la ciudad quedaría dividida entre los que acuden a la sede del Orzán, “la zona de O Birloque-Elviña y Os Castros”. “De este modo pretendemos evitar la concentración de personas en la entidad porque atendemos a 110 familias –es decir, reparten unas 450 raciones diarias entre estas personas– que vienen con bonos de las parroquias y podrían quedar en el centro solo 36”, estima.

evitar el mal trago
Uno de los objetivos fundamentales de la Cocina Económica es evitar el mal trago de ser vistos a los usuarios, pues en Juan Canalejo tienen la infraestructura necesaria para ofrecerles la comida. Para Suárez es preciso dejar de exponer la situación con decenas de personas apostadas “en la vía pública”. Incluso creen que de ponerse en marcha el servicio para las familias que ya son usuarias “también puede llegar a algunas personas que recelaban de acercarse a la entidad”.
Pero para ello demandan a Servicios Sociales que haga un último esfuerzo y pida a las agrupaciones vecinales que cedan sus locales de 11.00 a 12.00 horas cada día, pues es el único fleco pendiente para empezar.