La Cocina Económica busca voluntarios para desarrollar su plan de reparto en los barrios

La Cocina Económica busca voluntarios para desarrollar su plan de reparto en los barrios
la entidad pretende facilitar la vida a sus usuarios javier alborés

Se anunció como una revolución solidaria a principios de febrero pero el proyecto de la Cocina Económica para llevar comida a los barrios y ahorrar el desplazamiento a decenas de sus usuarios todavía no ha tomado forma. El Ayuntamiento, que reconoce haber tenido dificultades para coordinarse con algunas asociaciones vecinales, busca ahora vertebrar la iniciativa a través de una red de voluntarios. Mientras, la entidad benéfica dice tener todo a punto para comenzar el reparto a la espera de que se establezcan unas zonas de la ciudad.
“El proyecto sigue en pie pero tiene complicaciones e intentaremos que aparezca un voluntariado para montar algo con más fuerza”, reconoce el concejal de Servicios Sociales, Miguel Lorenzo, que ha asumido el papel de mediador para encontrar a la última parte de la cadena de reparto que quiere iniciar la Cocina Económica.
El edil reconoce que el plan está un poco parado porque, si bien hubo interés por parte de algunas agrupaciones de vecinos, “les obligaría a tener voluntarios todos los días y formación como manipuladores de alimentos y no pueden comprometerse”. La razón es que la mayoría de los vecinos tienen que atender a sus quehaceres diarios a media mañana, que sería la hora establecida para la distribución de la comida preparada.

en los centros cívicos
Ante la falta de medios para asumir la contratación de personal por parte de la Cocina Económica, Lorenzo pide a los coruñeses que se postulen para ser voluntarios del programa en los centros cívicos. Los locales sí serían cedidos por las asociaciones vecinales.
“Hemos colocado urnas para que la gente nos indique en qué querría colaborar dentro del programa municipal de voluntariado; luego los entrevistará una trabajadora social y se los encauzará”, explica el edil, pues hay otros muchos planes en los que colaborar. Por su parte, el administrador de la cocina, Óscar Castro, se muestra conforme con que la entrega directa pudiese realizarse a través de voluntarios.
Ellos solo pueden aportar las raciones y su distribución en furgonetas por los puntos de A Coruña que se concreten para dar vida a la idea de “deslocalización” de sus servicios de comedor y ayudar a las familias evitando grandes desplazamientos a diario.

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