La campaña de verano del centollo se inicia con pocos ejemplares y de pequeño tamaño

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c.r. > a coruña
  El miércoles se terminaba la veda del centollo y ayer fue el primer día que se subastó en la lonja coruñesa, pero los resultados no han sido nada buenos. Los barcos no llegaron a descargar ni 300 kilos de este crustáceo en el Muro y los ejemplares que había eran de baja calidad por su pequeño tamaño. El responsable del departamento de canchas, Ignacio Iglesias, asegura que la mayoría de centollos no superaban los 14 o 15 centímetros, por tanto solo llegaban al límite justo, establecido en 12, para poder comercializarlo. Por el contrario, no se encontró ninguna unidad de un kilo y medio o dos kilos, que sí se capturan en otras épocas del año.
Con estas características es normal que el precio también fuera bajo. Iglesias señala que solo media docena de centollos alcanzaron los diez euros el kilo en primera venta y que la inmensa mayoría se vendieron por unos dos euros, un precio muy bajo para el primer día de venta, en el que suele haber más demanda que producto. Además, se presupone que la mayoría de armadores salen a echar las nasas en esta primera jornada y que, por tanto, ofertarán sus ejemplares.
Estos datos podrían demostrar que el cambio de temporada no ha resultado positivo. Normalmente la campaña comenzaba en otoño y se mantenía abierta la mitad del año, pero esta vez se ha decidido partirla en dos, de tal modo que ahora, y durante tres meses, se podrá capturar centollo, para hacerlo de nuevo en noviembre con la vista puesta en la Navidad, cuando los precios en los mercados pueden llegar a los 45 euros el kilo. Iglesias no acaba de ver las “razones” de esta modificación y teme que las ventas de estas semanas, aunque malas, puedan “resentir” las capturas del otoño. Al mismo tiempo, comprende que la situación para el sector de las artes menores es complicada, al haberse agotado el cupo de varias especies. “Entonces, buscan una salida”, aclara.
Habrá que esperar a finales de agosto para comprobar el resultado de estos cambios, ya que se espera que con el paso de los días los centollos vayan ganado tamaño.

Plazas de abastos > El descenso en el importe de primera venta no se trasladó, en cambio, a los mercados de abastos. Ayer, las piezas más baratas que se podían encontrar en la plaza de Lugo costaban 18 euros y la mayoría se situaban en los 20. Las más caras eran las de 25, que se correspondían con las de mejor peso.
Según las concesionarias, las ventas no fueron muy buenas. Alguna placera admitía a media mañana que todavía no había vendido ningún ejemplar. Otras con más suerte, como Loli y Geli, afirmaban que se iba “tirando”. En cualquier caso todas ellas esperan que con la llegada del fin de semana las ventas se incrementen, puesto que durante los días laborables no es habitual que los particulares consuman marisco. “Pero hay que traerlo”, afirmaba Carmen resignada, que volverá hoy a comprar este crustáceo pese a la escasez de ventas. “Cogeré dos o tres para adornar”, avanzaba.
Aunque hubo pocos compradores de centollo –algún cliente experto ya apuntaba a que había que esperar a que crecieran–, la gente estaba al tanto de que ayer comenzaba a ofertarse y preguntaba expresamente por él a su vendedora habitual, lo que podría ser una buena señal para el resto de la campaña.

La campaña de verano del centollo se inicia con pocos ejemplares y de pequeño tamaño

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