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jueves | 25 abril | 2024
Vecinos y habituales de la calle Real están de enhorabuena. Después de que a principios del pasado verano se sorprendieran con la triste noticia de que la mítica cafetería Kirs echaba el cierre, ahora, el histórico negocio de hostelería se prepara para volver a abrir sus puertas en plena primavera. Los nuevos responsables firmaron el nuevo contrato de alquiler del local hace apenas 48 horas.
El empresario Quique Pereira y su socio, Juan Carlos Cobián, se harán cargo del local en esta nueva etapa, para la que esperan seguir con lo que había, pero mejorándolo. Es un local con muchísima vocación de servicio, que tiene que abrir de 7 de la mañana hasta las 2 de la madrugada, porque la demanda es muy exigente, explica Pereira.
En este sentido va a continuar igual el nuevo Kirs. Sin embargo, la apariencia del local será completamente distinta. El responsable afirma que hay que reformarlo absolutamente todo. También esperan introducir más mejoras para agradar a todos sus clientes. Desde primera hora, para los desayunos, tendremos café y bollería. También introduciremos el aperitivo y seguiremos con las comidas. Serviremos un buen café y una buena cerveza, comenta ilusionado Pereira.
Proyecto ilusionante > Estamos nerviosos y preocupados, pero con toda la ilusión del mundo puesta en este proyecto, afirma el responsable. Consciente de que el contexto económico no es el más favorable, apuesta, no obstante, por aprovechar la oportunidad de disponer de este localazo para poner en marcha un nuevo negocio. Confía, además, en que la apertura sea, no solo buena para su local, sino, en general, para toda la calle Real. A pesar de que haya mucha gente que está empeñada en darla por acabada, lo cierto es que la calle Real sigue siendo el epicentro de la ciudad, afirma Pereira. Espera que su negocio dé servicio a los bancos de alrededor, la Diputación, el público del teatro Colón, trabajadores y usuarios de Correos y, en general, a todos los visitantes de la céntrica calle coruñesa. Sabe que este será su público, pues la clientela del Kirs nunca fue resiencial, sino de paso. No es el vecino que vive arriba y baja a tomar un café, sino las miles de personas que pasan, que trabajan por aquí, y que vienen con prisas a tomarse algo y se van con prisa, afirma.
Antes de volver a abrir sus puertas, el local tendrá que someterse a una renovación integral, tanto interior como exterior. En lo relativo al negocio propiamente dicho, los dos socios realizarán una obra interior para adaptar el local a la nueva normativa vigente. El anterior Kirs era de 1982 y la nueva ley es de 1997, así que hay que adaptarlo, explica el responsable.
Además, tendrán que acometer la recuperación de la fachada, pues según explica Pereira, se trata de una edificación de 1874. Con todo, esperan abrir no más tarde de finales de abril.
Treinta años > Recogen el legado de una cafetería histórica en el centro de la ciudad. En 1971 se abrió el negocio de hostelería, después de que antes hubiera habido una farmacia, una mercería, una sala de actuaciones y hasta una tienda de textil. El último Kirs, que se vio obligado a cerrar hace apenas unos meses, en julio, por una sentencia de deshaucio, había abierto en 1982. Según recuerdan los habituales, era un negocio con una de las mayores y más fieles clientelas de la ciudad y cuyo cierre supuso una mala noticia para clientes y empleados.
