La Barrera afronta un lavado de cara para atraer y fidelizar a más clientela

La Barrera afronta un lavado de cara para atraer y fidelizar a más clientela
la papelerã­a porvã©n se trasladarã¡ a la calle de panaderas la prã³xima semana javier alborã©s

En temporada baja los hosteleros repiensan sus estrategias para fidelizar a sus clientes y atraer a consumidores nuevos que puedan compensar la bajada de ingresos en las cajas registradoras. La opción de los empresarios de la calle de la Barrera, una de las zonas de copas y tapeo por excelencia en la ciudad, pasa por reformar y renovar la imagen de algunos establecimientos para volver a ser un reclamo. Además, se anuncia una nueva e inminente apertura.

La Barrera afronta en estos meses un lavado de cara que redirigirá la calle –todavía más– hacia el sector hostelero. La mayoría de las tiendas han cerrado en los últimos años y poco más subsiste que un bazar chino, una joyería, una administración de loterías y una papelería. Pero que la zona se conozca por su oferta de bares y cervecerías no asegura la clientela en horas bajas y varios empresarios están aprovechando para rehabilitar sus negocios de cara a la Semana Santa o incluso la temporada estival.

La cervecería O Lorcho celebró su reinauguración y su “renovada imagen” a principios de febrero tras cerrar sus puertas a mediados de enero para ofrecer cambios atractivos a la clientela, tal y como anunciaban en su perfil de Facebook. Tan solo dos locales más allá los responsables de la Tasca A Troula, también conocida como El Cocodrilo, afrontan varios meses de reformas. Según indica una valla que oculta el interior del local, las puertas abrirán “de nuevo en mayo” una vez que terminen los trabajos “para mejorar el servicio” que ofrecen a sus clientes.

En este sentido la presidenta de la Asociación de Hosteleros de la Barrera, Pilar Pérez-Abadín, explica que “O Lorcho quedó muy bien y en A Troula era necesaria una reforma porque la casa es muy antigua”.

 

cambios para el consumo

La mayoría de los establecimientos cercanos abrieron al público con imágenes totalmente renovadas, tal como hará el futuro negocio de hostelería que ocupará el bajo de la papelería Porven. Tanto la asociación como los propios trabajadores de la librería confirman que la mudanza es inminente y que el bajo cuenta con un nuevo inquilino.

Antes de que Porven se traslade al inmueble que ocupaba una antigua tienda de pesca en la calle de Panaderas, algo que probablemente ocurrirá la próxima semana, se especula con que un empresario con otro bar en la zona reformará el bajo para ampliar la oferta hostelera de la calle. “Nos marchamos porque esto se nos queda grande y porque aquí todo son bares”, cuentan en el comercio. Aunque se desconoce el subsector al que se dedicará ahora la antigua papelería, algunos opinan que su distribución en un gran bajo y media entreplanta podría dar cobijo a un restaurante o una casa de comidas en cuestión de semanas.

Independientemente de su destino definitivo, Pérez-Abadín considera muy positivo el lavado de cara general de la calle. “Cuando haces cambios y reformas provocas movimiento continuamente y en tiempos difíciles como estos hay que activar el consumo”, comenta.

 

La Barrera afronta un lavado de cara para atraer y fidelizar a más clientela

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