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martes | 23 abril | 2024
El barrio de Monte Alto ha sufrido bastantes transformaciones que han afectado al tráfico, sobre todo desde que se reformó la calle de Orillamar para convertirla en un corredor verde, lo que ha supuesto reducir considerablemente el número de plazas de aparcamiento. Como es habitual en una zona con pocos garajes y cada vez más habitantes, los residentes y visitantes de Monte Alto suplen este problema aparcando de forma irregular, lo que puede resultar peligroso, como denuncia la asociación profesional del 092.
El cruce de la calle de Atocha Baja con la de San Juan se ha convertido en un lugar muy goloso para aparcar explica su presidente, Manuel Aceña y el problema es que están creando un punto ciego para la circulación.
La dificultad estriba en que los coches que bajan por Atocha en una pendiente que se desvía a la izquierda no pueden ver el tráfico que viene por San Juan si un vehículo estaciona allí, en el reducido espacio que existe entre unos contenedores y el paso de cebra. Al otro lado de la calle, existe una plaza que también fue urbanizada en fechas recientes. Se le rebajó el firme de manera que está a sólo a un par de centímetros por encima de la calle y, para evitar que los coches lo invadieran, se instalaron pivotes, recordó el agente municipal Javier Fontenla, portavoz de la asociación.
No se puede aplicar la misma solución en la calle de San Juan, puesto que los coches que aparcan allí no tienen la necesidad de subirse a la acera. El lugar está marcado como prohibido para el estacionamiento con una banda amarilla pintada sobre el asfalto, pero esta señal casi borrada es ignorada en general por los conductores, que saben que una vez llegados a Orillamar será poco menos que imposible encontrar aparcamiento.
Urbanismo > Por el momento, la Policía Local se limita a multar a los coches que allí estacionan pero, aunque los agentes han avisado del problema a las autoridades municipales pertinentes todavía no se ha materializado una solución definitiva, que tendría que pasar por una solución urbanística. Es una decisión que deben tomar los técnicos, pero lo que nosotros sugerimos es que se construya una isleta, apunta Fontenla.
Se invadiría así la calzada con una isleta triangular en al que se instalarían bolardos para impedir que ningún conductor se suba a la calzada. Como en la calle de San Juan transcurre un carril bus, no es posible aparcar en doble fila, de manera que se solucionaría el problema. La asociación profesional sugirió esta idea a los responsables aunque, como Fontenla insistió está supeditada a una decisión de Urbanismo, que son los que tienen la última palabra.
Pero en todo caso, los representantes del 092 consideran que ésta sería la única manera de hacer desaparecer este peligro latente de Monte Alto. Se puede enviar la grúa, claro, una y otra vez, pero no es una solución de verdad, recalca el portavoz de la asociación que añade que no es el único peligro para el tráfico que presenta esa calle.
Paso de cebra > A juicio del agente, el paso de cebra que se encuentra justo antes de llegar a la calle de Atocha Baja también carece de visibilidad suficiente por culpa de los coches estacionados (en este caso, correctamente), al lado de la señal. Hay que tener en cuenta que el colegio de la Grande Obra se encuentra en esa misma vía, por la que transitan muchos escolares, de ahí que el tema preocupe a la asociación. Fontenla propone que se traslade los contenedores que están a la izquierda del paso de cebra a la derecha, un cambio que consumiría una espacio de estacionamiento más pero, cómo él dice, no es tan importante como la seguridad.
Los policías locales redactan a diario informes en los que observan las deficiencias de las calles, aunque no siempre tienen acuso de recibo por parte del Ayuntamiento: El anterior gobierno local (en el que había gente muy válida) no siempre respondía como hubiéramos querido, pero con el nuevo aún es pronto para decirlo. Siguen en periodo de gracia.
