Juzgan a un padre y su hijo por abusar durante años de una niña de la familia

Por sí solas, cada una de las dos historias que el miércoles próximo llegan a la sala de vistas de la Audiencia Provincial bastarían para causar desazón en quien las conozca. Pero van unidas, a la vista de las conclusiones a las que ha llegado la Fiscalía, que sienta en el banquillo a dos miembros de una misma familia y señala a una víctima común, una joven, nieta de uno y sobrina del otro. El escrito de acusación que les será leído a padre e hijo los culpa a ambos de un delito continuado de abusos sexuales con acceso carnal contra su familiar, de forma consecutiva y desde que esta tenía ocho años.

El texto sitúa los primeros hechos en el año 2003 en Betanzos, donde vivía la menor y también su abuelo, y señala que los ataques sexuales del adulto comenzaron a producirse en cada visita que la niña hacía a casa de sus familiares, cuando el acusado se quedaba a solas con su nieta. “Bajo el pretexto de que se trataba solo de un juego, procedía a quitarle la ropa, tocándole todo el cuerpo”, concluye la a Fiscalía, que pasa a describir algunos de los actos más graves, y que señala que tales hechos se prolongaron hasta que la menor cumplió 13 años.

 

en sus permisos

Es en ese año, 2008, cuando la menor, de entonces 13 años, cuenta a varios miembros de su familia lo que ocurre y deja de verse con su abuelo. Pero, de confirmarse la tesis que maneja el ministerio público, la paz apenas duraría dos años, ya que en 2010 comenzaría a mantener relaciones sexuales con su tío.

Sostiene esta fuente que durante los siguientes dos años los encuentros se repitieron, como poco, media docena de veces, aprovechando el hombre los permisos penitenciarios –se encontraba en prisión por varios delitos– para verse con su sobrina en zonas de Betanzos como O Carregal o las huertas de As Cascas.

En este caso, el fiscal entiende que este segundo acusado siempre incitaba a la menor, y para ello la convencía para que lo acompañase a bares y locales de copas y la animaba a beber “grandes cantidades de alcohol”, de modo que su voluntad quedaba “prácticamente anulada”. En cualquier caso, el escrito de acusación señala que en alguna ocasión la chica se negó a los tocamientos, felaciones y masturbaciones que le proponía su pariente, pero siempre acababa cumpliendo su voluntad.

Por estos últimos hechos, que concluyeron en julio de 2011, el hombre se enfrenta a una petición de condena de nueve años de cárcel, mientras que para su padre se solicitan hasta 12 años por haber sido la víctima menor de 13 años, lo que el Código Penal contempla como una circunstancia agravante del delito.

Juzgan a un padre y su hijo por abusar durante años de una niña de la familia

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