La junta local de Seguridad sopesará la instalación de un radar en la curva de Servisa

La junta local de Seguridad sopesará la instalación de un radar en la curva de Servisa

Tras el trágico accidente del viernes día 8 que tuvo lugar en la avenida de A Pasaxe y en la que resultó muerto un matrimonio de avanzada edad por un turismo que se salió de la vía, las autoridades están planteándose aumentar las medidas de seguridad en el tramo en el que tuvo lugar el suceso, en la curva de Servisa, “bien cambiando la señalización o bien instalando allí un radar”. Así lo anunció el subdelegado del Gobierno, Jorge Atán, que aclaró que la decisión será tomada en la próxima junta local de seguridad.
De todos modos, Atán dejó muy claro que el límite de velocidad que existe actualmente en esa curva, de 80 kilómetros hora, es inferior a lo legalmente recomendado, de manera que no se puede considerar que sea ese el problema detrás de varias salidas de vía que se han registrado en ese mismo punto durante el pasado mes. Igualmente, el atestado de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, señala que el   factor determinante en el atropello mortal fue la “velocidad inadecuada” a la que circulaba la conductora, una mujer de unos cincuenta años.
El subdelegado quiso poner en contexto la concentración de siniestros al señalar que la avenida de A Pasaxe es uno de los principales accesos de A Coruña. “Lleva 13 años abierta, con mucha circulación: por ella pasan 17 millones de coches al año, lo que hace un total de 190 millones en todo este tiempo”.

imposible copiar
Atán hizo estas declaraciones durante su visita a las instalaciones de la Dirección General de Tráfico en A Coruña, donde fue recibido por la jefa provincial de Tráfico, María Dobarro, y la subdirectora general adjunta de Formación Vial, Marta Carrera, que le mostraron el nuevo sistema de examen teórico para el carné de conducir. Un sistema que, entre otras ventajas, hace imposible copiar, según aseguró la misma Dobarro porque el sistema escoge preguntas aleatorias para cada uno de los examinados.
Los candidatos tienen 30 minutos para responder a otras tantas preguntas (20 en 20, en el caso de los exámenes específicos, como el de motocicleta). Como el monitor es táctil, se maneja con facilidad, y el examinado puede pasar las preguntas de cuya respuesta no está seguro para volver más tarde a ellas. “Si cambia de opinión, no hay problema, puede borrarlos”, explicó Dobarro, que añadió que los resultados se conocen mucho antes, al final de la misma mañana. A Coruña es la última ciudad gallega, junto con Santiago, en tener este dispositivo, que Carrera aseguró que se ha instalado con un coste “casi cero”. n

La junta local de Seguridad sopesará la instalación de un radar en la curva de Servisa

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