Juárez asegura que la oleada de robos en la ciudad finalizó al llegar septiembre

El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, asegura que la oleada de robos que tuvo lugar en la ciudad de A Coruña los pasados meses de julio y agosto finalizó al llegar septiembre.
Juárez dijo ayer que las cifras de robos con fuerza en viviendas al finalizar el período vacacional y los cifró en unos doscientos asaltos.
Se da la circunstancia de que fuentes policiales reconocieron que durante julio y agosto se produjo un incremento “alarmante” en A Coruña, con respecto a cifras anteriores, y también como única gran localidad gallega donde crecía el índice de delitos de este tipo.
Juárez también anunció que la próxima semana tendrá lugar la habitual reunión de la junta de seguridad local.
El encuentro se convoca periódicamente a petición del alcalde, Carlos Negreira, para tratar los asuntos que preocupan desde el punto de vista de la seguridad.
“Lo que busca la junta es la coordinación y colaboración entre administraciones para evitar que puedan volver a producirse situaciones como las que se dieron durante la época estival”, apuntó el delegado gubernamental.
Juárez achacó el incremento de delitos en julio y agosto con el hecho de que los residentes en las viviendas se encuentran menos tiempo en ellas.
“Coincidió con cuando la gente está menos en sus casas”, apuntó, al tiempo que achacó también a una mayor presión policial la reducción de asaltos.
Respecto a la reunión de la junta de seguridad restó importancia al hecho de haberla podido convocar antes.
“La colaboración con el Ayuntamiento de A Coruña es magnífica y el contacto fue constante, por lo que la cita no es una cuestión tan relevante como podría parecerlo”, añadió.

perfil similar
Los asaltos a viviendas que tuvieron lugar este verano en A Coruña, según fuentes policiales, respondían en su mayoría a un perfil similar.
Bandas temporales, bien formadas y bien organizadas, procedentes del este de Europa e itinerantes, formadas muchas veces por personas sin antecedentes penales, lo que hacía especiamente difícil su captura.