Juan Canalejo y el Orzán son las calles donde más teléfonos móviles se roban

Juan Canalejo y el Orzán son las calles donde más teléfonos móviles se roban
20 agosto 2013 A Coruña.- Crecen los hurtos con categoría de delito debido al robo de smartphones Las autoridades recomiendan no dejar nunca el bolso abierto y fuera del alcance de la vista

Cada fin de semana, sobre todo los acabados en puente, como el que finalizó ayer, la Policía Nacional recibe un puñado de denuncias de sustracción de teléfono móvil. De un tiempo a esta parte, se han convertido en uno de los incidentes más habituales de la noche coruñesas, y los agentes están habituados a redactar informes con los testimonios de las víctimas. Sobre todo se trata de gente joven a las que les han sustraído su teléfono cuando disfrutaban del ocio nocturno en calles como el Orzán, Juan Canalejo y Alférez Provisional. 
Por su propia naturaleza, esta clase de delitos no resulta alarmante, pero no deja de tener importancia debido al gran valor que alcanzan algunos teléfonos móviles. Algunos smartphones valen cientos de euros, y ya hace tiempo que se han convertido en la posesión más valiosa que se puede hurtar de una chaqueta que se deja sobre una silla o de un bolso abierto descuidadamente. 
 “Antes se robaban los teléfonos móviles, pero estos no eran ni la mitad de caros. Ahora que tienen tantas funciones y aplicaciones, la cosa cambia”, explica un agente. De modo que cuando un ladrón se hace con un bolso en una cafetería abarrotada, puede encontrar en su interior un Iphone que valga más que el resto del contenido, por eso estos aparatos se han convertido, junto con los artículos de perfumería, en lo que más se sustrae. Incluso en los robos con violencia, muchas veces el ladrón amenaza a la víctima para que le entregue el teléfono móvil, según fuentes de la Policía Nacional.  
Para evitar el robo, las autoridades insisten siempre en que el público debe tomar precauciones y vigilar sus pertenencias, sobre todo cuando está en lugares llenos de gente, como bares o calles comerciales. “No se deben dejar encima de la mesa porque los delincuentes siempre actúan al descuido, y te desaparece mientras están hablando con alguien”, recuerdan. En el caso de las mujeres, el bolso no debe dejarse nunca abierto.
También existen aplicaciones que permiten localizar el teléfono móvil y que pueden ser útiles, aunque los policías recuerdan que nunca hay que enfrentarse personalmente al supuesto delincuente, sino alertar a las autoridades de lo ocurrido para que ellos se hagan cargo. 
Claro que a veces, la víctima no está segura siquiera de si ha sido objeto de un robo, porque descubre que ha perdido el teléfono poco después, y es incapaz de acordarse si simplemente se lo dejó olvidado. En esos casos, la Policía poco puede hacer.

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