10º-19º
viernes | 19 abril | 2024
Allá por el año 80 José Manuel Rodríguez, un asturiano que se trasladó a la ciudad por motivos laborales, entró a formar parte de la junta directiva del Centro Asturiano como vocal. Llevaba unos ocho años como socio, pero una vez que se convirtió en dirigente, su historia y la de la institución han estado siempre ligadas.
Acaba de anunciar la convocatoria de elecciones porque abandona la presidencia de la institución ¿Por qué ha tomado esa decisión?
Más que una decisión es un tema de estatutos. En el 96 accedí por primera vez a la presidencia de la sociedad y el cargo dura cuatro años. Al terminar hay que convocar elecciones y puede recaer en el presidente saliente un segundo mandato de cuatro años, como así ocurrió. Pero los estatutos decían que no podía recaer un tercer mandato y como no se presentó nadie tuve que seguir.
¿Cómo estructuraron esa continuidad?
Modificamos los estatutos. Cambiamos algunos artículos que necesitaban un cambio porque eran de 1953 y apareció un nuevo artículo que decía que en el caso de que no hubiese ningún candidato a las elecciones el presidente podría seguir con la condición de que, en cualquier momento, si alguien solicitaba presentarse este tendría que convocar elecciones. Pero el cambio supuso que ya llevo casi seis mandatos...
¿Se ha mantenido en el puesto desde el 96 hasta ahora de manera ininterrumpida?
Dimití entre el tercero y el cuarto para tratar de rejuvenecer la sociedad, con el ánimo de que viniera un presidente joven. Pero no solo no vino uno joven sino que el único candidato que hubo tenía 92 años y tuve que salir al paso y no dimitir.
¿Esta es la definitiva?
Yo quiero muchísimo a la sociedad pero intento que alguien me releve. Mandé una circular y lo que digo en ella lo digo sinceramente. Estoy entrando en una monotonía en la que ya, incluso, me faltan ideas y también estoy cansado.
¿Alguna persona ha mostrado su intención de sucederle?
No lo veo. Antes de que ocurra tampoco lo puedo decir pero pedimos que avisaran con tiempo para preparar las papeletas para las elecciones y hasta la fecha nadie preguntó por el tema. A ver si la gente se anima.
¿Cuál es el estado de la sociedad?
Está totalmente saneada y tenemos un piso propio desde el año 1987. El eterno problema de este tipo de sociedades es que la gente joven ya no se incorpora, como a casi nada. Con los medios de comunicación y las redes sociales hacen quedadas en cualquier zona sin necesidad de pagar una cuota o un local social.
Es un mensaje pesimista...
El mundo va por ahí. Soy de los que opino que a corto-medio plazo este tipo de sociedades desaparecerán. Eso es evidente porque la media de edad de nuestros socios está superando los 60 años. Calculemos que en 20 años esto se acaba.
¿Los asturianos que se mudan a A Coruña ya no recurren a ustedes?
Muy pocas veces. Últimamente estamos atendiendo más peticiones de ayuda que de incorporación. Las distancias son cada vez más cortas y hay gente de Oviedo que viene a trabajar a La Coruña y viceversa que prácticamente se marchan el jueves y vienen el lunes por la mañana. Ya no hay tanta unión porque vuelven a casa. Para colmo las instituciones no nos ayudaron demasiado, lo que hicieron fue ponernos palos en las ruedas.
¿Se refiere a la desaparición del Certamen de Casas Regionales con el actual Gobierno local?
Se está echando mucho de menos porque suponía un intercambio cultural y gastronómico.
¿Qué otras cosas hace el centro?
Conmemoramos algunos actos, organizamos conferencias y exposiciones y trasladamos todas las fiestas asturianas a Galicia. Para las 210 familias asociadas tenemos, además, disponible la prensa asturiana y gallega, dos salas de juegos, un ambigú...
Pese a su decisión, ¿guarda buen recuerdo de esta experiencia?
Me dio bastante trabajo pero también muchas satisfacciones. Casi todo fue agradable.
