El invierno y la falta de tráfico rodado por La Marina reducen la afluencia de clientes al entorno de María Pita

El invierno y la falta de tráfico rodado por La Marina reducen la afluencia de clientes al entorno de María Pita

La Zona Obelisco ha experimentado una gran rotación de negocios en los últimos tiempos e, incluso, los hosteleros esperan varios desembarcos nuevos en el centro en los próximos meses. Sin embargo, la celebración de las aperturas apenas deja ver que el cambio de los hábitos de consumo sigue dañando a los establecimientos más apartados de Riego de Agua y La Marina y, especialmente, a los ubicados desde la plaza de María Pita hacia el casco antiguo. La meteorología invernal –que no invita a pasear por la zona–, la ausencia de turistas y las pocas facilidades que existen para llegar al entorno desde que se eliminó la circulación de coches particulares en superficie están haciendo resentirse al sector servicios hasta el punto de que algunos negocios se ven obligados a abandonar la aventura.

Que tanto la calle Real y las zonas más próximas al Obelisco como el núcleo central de Distrito Picasso están experimentando un nuevo renacer es un hecho. Sin embargo, este efecto en la calle Real solo llega hasta la mitad de Riego de Agua, es decir, a la zona más próxima al teatro Rosalía. Comerciantes y hosteleros reconocen que en los últimos meses han bajado de manera destacada los consumidores.
Cuando se le pregunta al presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ciudad Vieja, Adolfo López, por los cierres registrados en el barrio asegura que el problema no es solo de ese entorno. “Es una cuestión que viene más allá, desde Juana de Vega: la gente no sabe llegar o no quiere hacerlo porque no tiene donde aparcar”, analiza. Esa realidad que él detecta desde la frontera de la Zona Obelisco con Distrito Picasso no se plasma tanto en los comercios porque hasta Riego de Agua aún abren. Su teoría sí empieza a notarse una vez que uno se aproxima al Ayuntamiento.
“Ni aquí ni en el norte de España existe recuperación del comercio y desde María Pita siempre hubo un problema grave porque funciona como un telón”, lamenta. En parte recuerda que en el casco histórico la caída empezó a notarse con la semipeatonalización y la reurbanización de La Marina, ya que no hay facilidades para que la gente acuda a comprar o disfrutar del ocio.

Ayudas para estacionar
Aunque los asociados a Aceca y también a la Asociación Zona Comercial Obelisco pueden conseguir tickets de parking, lo cierto es que López demanda más apoyo del Gobierno local para poder subvencionar los descuentos al público sin que sus balances, ya de por sí mermados por el bajo consumo, se retraigan aún en mayor medida.
Las circunstancias han llevado a vivir distintos cierres en los últimos meses incluso de proyectos que nacieron con esperanzas en los soportales de la plaza, al igual que ha ocurrido en La Marina donde han cerrado algunos bares y otros han aprovechado la temporada baja para reformar.
Así lo destaca el presidente de la Asociación de Hosteleros de La Marina, Antón Sáez, que afirma que hasta que llega el buen tiempo en marzo suelen detectar una importante caída en la clientela. “Nos baja muchísimo el volumen de negocio”, dice por esta época.
En la Ciudad Vieja a la falta de accesibilidad para los potenciales clientes del resto del municipio se le suma el hecho de que las rehabilitaciones, o la carencia de ellas, están dando al traste con algunos negocios.
Por ejemplo, hace nada cerró una librería de segunda mano que bajó la persiana supuestamente por una jubilación si bien, según se comenta en la zona, todo empezó por las discusiones del espacio del local que ocuparía un ascensor. Eso sí, en paralelo, Aceca ve aperturas puntuales de talleres que tacha casi de "heroicidad" de los emprendedores.

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