Los investigadores reclaman la regularización de sus contratos

En la actualidad, son seis los investigadores con contrato indefinido, tres adscritos a programas del Sergas y otros tres en fundaciones como la Novoa Santos con sede en la ciudad. María Mayán, del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), explica la necesidad de que desde el sistema sanitario se les dé una estabilidad laboral que hoy no tienen porque no existe la carrera investigadora como tal. 
Cuenta que en eso están desde la Consellería, que remitió un documento a través de ACIS (Axenxia de Coñecemento en Saúde) para poder generar esta figura. Sin embargo, señala que los agrupaba con contratos temporales, algo que están tratando de enmendar. Esto para Mayán es básico porque sin la condición de indefinidos no pueden participar en muchas proyectos. 
La científica aclara que “no queremos ser funcionarios, solo tener los mismos derechos que los demás colectivos. Queremos un contrato regularizado que nos permita competir en convocatorias” y que siga sujeto a evaluaciones. 
Y es que la responsable apunta a que desde su gremio apuestan por la excelencia, “que se queden con los mejores” y ve que, en general, “no se entiende de que va la ciencia. Siempre hubo un menosprecio hacia nosotros”. 
La realidad se repite en el resto del estado, excepto en comunidades como Euskadi y Cataluña, explica, donde Icrea e Ikerbasque reclutan a investigadores: “A los tres años les hacen indefinidos y a los cinco, les renuevan otra vez”, siguiendo unas pautas fiables a nivel nacional y también internacional. Trabajando tranquilos, la motivación y la productividad se multiplica. En este aspecto, Mayán indica que con el estallido de la crisis “se ha potenciado lo fácil” y esto lo hace extensible a la Universidad, en la que “tampoco se contratan a investigadores, solo a profesores”. 
En la naturaleza de contratos, cada uno es diferente dependiendo si están en una de las fundaciones o en programas de captación del Sergas: “Son como contratos ‘apaño’, no existe una regulación y tenemos condiciones y salarios distintos”. Quieren que se les trate como clínicos. 
Precisamente, Mayán promueve anualmente una reunión que junta a jóvenes investigadores en el extranjero. 
Es una forma de saber lo que hace una parte del 80% de talentos gallegos, que están en la actualidad afilando sus inquietudes fuera. Tras el encuentro, los presentes se sientan a la mesa a redactar las principales conclusiones que, en 2017, se basaron en el retroceso del 9,1% de inversión pública en investigación en España y en el perfil de una profesión, que ya alcanza los 53 años de media. Se necesita captar talento joven y una Agencia Gallega de Investigación que gestione los fondos públicos destinados a actividades de I+D para todos los centros del conocimiento.  l