Los investigadores de la operación “Zeta” sospechan de intereses ilícitos de Flores

Una de las conclusiones a la que llegaron los investigadores que analizaron el voluminoso material que conforma el sumario de la operación \“Zeta\” es que el entramado fraudulento para la captación de dinero público pudo forjarse gracias en parte a los contactos que uno de los principales implicados, el empresario Gerardo Crespo, mantenía con cargos públicos y políticos del partido en el que él militaba, el PP. Así lo acreditan los numerosos mensajes, correos electrónicos o charlas que intercambia con autoridades como el alcalde, Carlos Negreira, la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, o el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, con quien parece mantener una relación cercana.
Del material intervenido se desprende que también el teniente de alcalde, Julio Flores, tenía cierto contacto con Crespo, a la vista de una conversación telefónica que mantiene con el presidente de la Federación de Vecinos Salvador de Madariaga, Juan Sáez Chas, captada durante las escuchas policiales, en marzo de 2012.
Lo que los miembros de la Policía Judicial extraen de esa charla les lleva a sospechar que el concejal al que se refieren en varias ocasiones –imputado a día de hoy en otra trama delictiva, la llamada operación \“Pokémon\”– puede tener \“algún tipo de acuerdo ilícito\”.
En esa llamada, Crespo y Chas comentan \“el interés que al parecer tiene Julio Flores en cambiar la directiva del Círculo de Artesanos de esta ciudad en favor de un tal Salazar, el cual podría tener intereses inmobiliarios y con el que podría tener algún tipo de acuerdo ilícito\”, reflejan los investigadores en su informe. Es reseñable que pocas semanas después de esta conversación la junta de la asociación a la que se refieren dimitiría en bloque y se abriría un proceso electoral que ganaría Modesto Sabucedo.

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Durante la charla, que queda recogida en el tomo XXI del sumario, los dos investigados vuelven a aludir el tema. \“Mira el Círculo de Artesanos. ¡Coño. Es una cosa que está en decadencia...!\”, comenta Crespo, a lo que Sáez Chas responde: \“Si se vende ese solar, arre carallo\”. En ese punto, el empresario reflexiona sobre las presiones que parece sufrir y destapa algunas de las maniobras objeto de investigación, como los pagos de comisiones. \“Claro, y en cambio a ti y a mí no se atreven a pedirnos eso (...) Es que hay cosas que no se pueden pedir. ¡Joder, macho! Juan, yo llevo padeciendo muchísimo, porque, a ver, a mí me pueden pedir y yo puedo ofrecer una comisioncita... al jefe territorial, y al Joaquinito –en alusión, supuestamente Joaquín Vila, que en aquella fecha era jefe de servicio en la Xunta– y al otro... Pero lo que no me pueden pedir es decir ‘oye, haz esto, pégale una puñalada a este tío... aquí esto y nos llevamos tres millones de euros. Eso a mí no me lo pueden decir, primero porque les mando a tomar por el culo (...) No porque yo me lleve menos, y no porque digo ‘a estos viejecitos esto yo no se lo hago’\”. Según consta en el informe policial, Crespo concluye mencionando los pagos efectuados al PP: \“Entonces, a mí si me dan dos cursos y me piden 6.000 para el PP, tómalos\”. La investigación acredita dos pagos al partido de la \“caja B\” de sus empresas por importe de 17.000 euros.