El intenso temporal deja más de medio centenar de incidentes en la ciudad y su entorno

El intenso temporal  deja más de  medio centenar de incidentes en la ciudad y su entorno
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La borrasca que obligó a activar   la alerta roja en el mar en Galicia dejó un rosario de incidencias en A Coruña. Hasta medio centenar, indicaron desde el Área de Seguridad Ciudadana de María Pita. Los servicios de emergencias actuaron en multitud de intervenciones por episodios derivados de las rachas de viento, que también obligaron a cerrar parques y arenales, así como de las olas y las intensas precipitaciones que, además de inundaciones y goteras, causaron varios accidentes de circulación en toda el área de A Coruña.

En el primero, minutos antes de las ocho de la mañana en el carril izquierdo de la avenida de Alfonso Molina, en sentido entrada, se vieron implicados varios coches y causó retenciones en los accesos a la ciudad y en Matogrande. Fue el cuarto atasco de esta semana que, como los anteriores, enervó a cientos de conductores, en cola desde más allá de A Pasaxe.

Las olas superaron los nueve metros y el agua inundó parte de la carretera a la altura de la playa de Riazor

Desde media mañana, los bomberos de A Coruña recibieron incontables avisos por cristales rotos en la calle de Ramón y Cajal, árboles caídos en la plaza de Luís Seoane y en de Monte Alto, una cubierta desprendida en la zona del puerto, contenedores desplazados en el Paseo, un semáforo colgado en la glorieta de Os Castros y un cartel publicitario a punto de caer en la misma zona, así como otro en la calle de Juana de Vega.

Asimismo, desde el parque de A Grela tuvieron que acudir a distintos puntos alertados del riesgo o la caída de ventanas, como en el caso de viviendas en las calles de Benito Blanco Rajoy y de Enrique Mariño.

Por su parte, los dispositivos da Policía Local y Protección Civil se desplazaron hasta las instalaciones de Hacienda, donde se soltó un hierro,  y al Centro Cívico de San Diego, donde tuvieron que asegurar varias ventanas ante el peligro de desprendimiento y retirar los cascotes del inmueble que alberga la escuela municipal de la calle de Forcarey.

También se soltaron antenas en Rey Abdulah y San Andrés, donde las tareas para su retirada obligaron a cerrar la calle, y se registró otra caída de cascotes en Nuestra Señora del Rosario.

La enorme relación de incidencias por toda la ciudad debidas a los vientos y la lluvia se completó con uralitas sueltas en Sánchez Bregua, una puerta metálica que salió volando hasta el centro educativo Emilia Pardo Bazán, y alumbrado peligroso en la avenida de Rubine.

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Oleaje

Desde primera hora de la tarde, la alerta estuvo principalmente en el mar, por lo que se cerró el acceso al Paseo Marítimo, a la Torre de Hércules, la Ciudad Deportiva de la Torre y el tramo de San Amaro.

Las olas rebasaron los arenales de Riazor y el Orzán e hicieron desaparecer el Matadero. Además, inundaron parte de la calzada, a la altura del Hotel Riazor. En cualquier caso, no hubo que cortar la circulación del tráfico rodado y, poco a poco, la normalidad regresó al Paseo Marítimo, con decena de curiosos tomando imágenes de las enormes olas del Orzán y Riazor.

La situación el mar se agravó en prácticamente todo el litoral gallego a mediodía, con olas de más de diez metros, pero el más alto registrado en la ciudad, alrededor de las 16.00 horas, se situó en los 9,21 metros. Debido al fuerte oleaje, la flota permaneció amarrada en casi toda Galicia.

 


Árboles

 

En el área metropolitana también se sucedieron las incidencias, marcadas por inundaciones, como las registradas en Guiliade y en A Acea, donde se desbordó el Mendo, y por la caída de árboles y ramas a las carreteras y caminos, siendo uno de los más destacados, por sus dimensiones, el caído en Montrove, que obligó a cerrar durante horas la vía, entre A Coruña y Oleiros.

Otro episodio destacado ocurrió en Arteixo, donde un tornado arrancó varios árboles y cables del alumbrado público sin causar daños materiales, aunque el 112 computó varios avisos de particulares alertando al 112 de una “racha muy fuerte de viento en forma de remolino”, que identificaron como “un tornado, a las 11.45 horas en el núcleo de Santaia de Arriba, en Chamín.

En Abegondo, la peor parte se la llevó la ciudad deportiva, donde se vino abajo un tramo de un muro de uno los cierres, así como varios puntos del vallado alrededor de los campos de entrenamiento del Deportivo.

El nuevo centro del Vales Villamarín de Betanzos registró goteras y en Arteixo un pequeño tornado arrancó árboles

En Betanzos, las intensas lluvias provocaron goteras en una de las clases y un pasillo del aulario del Vales Villamarín. Una situación de la que tanto el BNG como el PP culparon al Gobierno del PSOE por el nulo mantenimiento de las instalaciones de O Carregal. Unas acusaciones que no tardaron en rechazar los responsables municipales: “El Ayuntamiento de Betanzos realizó las labores de mantenimiento tanto en este centro como en el de Primaria del Vales Villamarín”.

Así, indicaron que la limpieza de canalones se realizó estos días, pero características de la cubierta causaron  las filtraciones,, algo que ve impropio en un inmueble de apenas seis años.

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El intenso temporal deja más de medio centenar de incidentes en la ciudad y su entorno

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