La infraestructura que no es capaz de deshacerse de su gran caballo de batalla

La infraestructura que no es capaz de deshacerse de su gran caballo de batalla
30 mayo 2014 A Coruña.- La Xunta licitará el párking disuasorio de Pocomaco a finales de este año El parque empresarial de Pocomaco será el emplazamiento del primer aparcamiento disuasorio de A Coruña

El utópico proyecto que un grupo de empresarios ideó en el año 1967 resultó no ser tan utópico cuando los primeros inquilinos se plantaron en el medio de la nada y empezaron a construir sus naves. “Tardamos mucho en llenar el polígono, que no estuvo al completo casi hasta el año 85 pero desde el 66 estábamos pendientes de la avenida Ártabra, una carretera que iban a construir para unir Lonzas, O Birloque y la autopista”. El que así recuerda los primeros años de vida del polígono es uno de los socios fundadores de Torres y Sáez, Ángel Torres.
Cuando asumió la presidencia de la Asociación de Empresarios de Pocomaco, a don Ángel –como se le conoce cariñosamente en las instalaciones de la compañía familiar–, le tocó “luchar” por tener unos accesos dignos.
“Los camiones tenían que pasar por una carreterita llena de baches que venía por O Birloque”, recuerda. Y todo porque dos torres de viviendas que se construyeron en el barrio se llevaron por delante el proyecto de la Ártabra.

entre privado y público
En su memoria están los momentos de lucha con las instituciones porque estas se negaban a aportar fondos para una carretera. “Nos decían que era un polígono privado y que no tenían que darnos dinero y yo les recordaba que nos habíamos instalado atendiendo al plan urbanístico previsto y que si había cambiado tenían que crear algún acceso”, rememora.
Fue en el 87 cuando lograron convencer a la Diputación para que invirtiese 109 millones de pesetas, y detrás fueron cayendo las colaboraciones de la Xunta, el Ayuntamiento y el Ministerio de Obras Públicas. Don Ángel guarda páginas de El Ideal Gallego, de aquellos tiempos como reliquias de un proceso complejo que duró seis años.
Pero la lucha por las infraestructuras nunca se abandonó del todo y aún hoy en día el presidente actual, Rubén Ocampo, pelea con las administraciones para aportar una mejor organización del tráfico rodado al parque empresarial.
La futura apertura de la Tercera Ronda, una suerte de sucesora de aquella vía Ártabra que quiso ser y no pudo, supondrá un cambio fundamental en la calidad de vida de los trabajadores y de los vecinos de los barrios residenciales que se crearon como muralla alrededor.
Pero las luchas no se acaban ahí. “Nuestro caballo de batalla sigue siendo la movilidad”, cuenta Ocampo, que alude por ejemplo a la promesa de que en el futuro habrá una conexión práctica de autobús urbano.
“El Ayuntamiento quiere unificar el proceso en A Grela y Pocomaco con un bus lanzadera que haga la ruta circular”, recuerda. Pero de momento no hay nada. Un silencio de las administraciones como el que tuvo que soportar Don Ángel hasta que se consiguió la unión con lo que ahora es Matogrande.
La otra pelea que le ha tocado a esta junta y que no vivieron otras en los orígenes –porque apenas había coches particulares– es la del aparcamiento. La reducción de la presencia de los vehículos tirados por allí y por allá es la prioridad.

de la nada al 100%
Si antes sobraban campos y parcelas en los que estacionar, ahora toca hacerlo en dos zonas de aparcamiento disuasorio que prácticamente están al “100% de ocupación”. Hay una tercera en mente, pero esa ya depende del caso que hagan los propietarios de los terrenos.
Y cuando eso se solucione, el parque crecerá y probablemente habrá nuevos problemas. O a lo mejor no. A lo mejor la carretera que aparecía proyectada en los mapas de hace décadas, hoy la Tercera Ronda (con un trazado un poco distinto), soluciona todas las cuitas por la falta de infraestructuras y Pocomaco se libra de un antiguo caballo de batalla.

La infraestructura que no es capaz de deshacerse de su gran caballo de batalla

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