Inés Rey supedita los acuerdos con el BNG y la Marea al apoyo de las cuentas

Inés Rey supedita los acuerdos con el BNG y la Marea al apoyo de las cuentas
13 noviembre 2019 A Coruña.- La corporación exige a la Xunta una mayor inversión en la ciudad en sus presupuestos de 2020

A poco más de un mes para que finalice el año el Gobierno local y sus principales socios en la oposición continúan negociando el presupuesto de 2020, que esperan que entre en vigor a lo largo de enero. Para ello, la alcaldesa, Inés Rey, solicita a la Marea y al BNG que apoyen las cuentas de manera que se puedan ejecutar los acuerdos de gobernabilidad que alcanzaron el pasado verano.

“De pouco ou nada vale que asine dez puntos para gobernar se non hai orzamentos, polo que teñen que saír”, expuso ayer Inés Rey. La alcaldesa destacó que es “fundamental” contar lo antes posible con un nuevo presupuesto “para traballar” y “executar as nosas políticas”. La ciudad está ahora mismo con el presupuesto del año pasado prorrogado, una situación que impide la puesta en marcha de proyectos y otras cuestiones.

“Non podemos seguir gobernando a base de modificativos”, dijo Rey en relación a los cambios en las cuentas que realiza puntualmente el Ayuntamiento para abordar cuestiones económicas ante la imposibilidad de recurrir a otras herramientas.

 

Cambio de estrategia

El Gobierno local no quiere repetir lo sucedido en algunos años del pasado mandato en los que la Marea llevó el presupuesto a pleno sin haberlo consensuado previamente, lo que provocó que fuese rechazado por la corporación, y por eso apuesta por una estrategia diferente.

“A oposición leva estudiando os orzamentos con nós desde a primeira semana de outubro, non fixemos uns orzamentos unilaterais”, explicó Inés Rey en Radio Coruña. Las negociaciones presupuestarias las encabeza el concejal de Hacienda y portavoz municipal, José Manuel Lage Tuñas. “Está traballando na redacción dos orzamentos e ese traballo faise en común co resto de forzas políticas. Cada paso que se avanza se fai da man, non de forma unilateral”, expuso Rey sobre el método de trabajo.

La premisa del Gobierno local es clara: quiere llegar al salón de plenos con un acuerdo que le garantice la aprobación del presupuesto. Un camino más largo de lo que hubiesen preferido ya que no va a dar tiempo a que entre en vigor el 1 de enero, pero que en la planta noble de María Pita se ve como la opción más factible de que no tengan que afrontar su primer año completo de mandato con un presupuesto prorrogado.

El Gobierno local llevará el documento a pleno cuando tenga la certeza de que  será aprobado

“Cando eses orzamentos cheguen a pleno, sexa antes ou despois do Nadal, serán orzamentos previamente dialogados con todos os grupos, tamén co Partido Popular e Ciudadanos, chegará traballado e confío en que saia adiante”, aseguró la alcaldesa.

El gobierno encabezado por Inés Rey anunció a su llegada a María Pita y durante la campaña electoral que apostarían por un cambio en el ambiente que se vive en María Pita de manera que se pasase de la confrontación al diálogo.

Esa idea parece haberse extendido también a las negociaciones del presupuesto, en las que a diferencia de los enfrentamientos públicos del pasado, se está optando por llevar las conversaciones de la manera más privada posible, apenas se conocen datos del proyecto de cuentas para el año 2020 y por ahora no hubo una voz más alta que otra entre el Gobierno local, la Marea y el BNG por este asunto.

Las negociaciones comenzaron en los primeros días de octubre y solo hubo declaraciones después de la reunión inicial con cada formación, misma dinámica que se siguió después de los encuentros con el Partido Popular y Ciudadanos.

La ciudad está abocada a empezar por quinto año consecutivo con el presupuesto prorrogado ya que los plazos para que esté listo el 1 de enero están virtualmente agotados. El documento debe someterse al dictamen de la comisión de Hacienda, aprobación inicial en el pleno, período de alegaciones y su resolución si las hubiese y, por último, la aprobación definitiva.

Este aspecto no preocupa demasiado al equipo de gobierno, que confía en tenerlo en vigor a lo largo del primer mes del año de manera que el tiempo para su ejecución no se vea muy afectado.

 

Minoría

La alcaldesa también hizo un pequeño balance de los casi cinco primeros meses de mandato en los que su acción se vio restringida por la situación de minoría en la que se encuentran.

“Non é fácil traballar en minoría porque temos moita carga de traballo pero buscando consensos as cousas van saíndo”, expuso Inés Rey, quien cree que están consiguiendo que todas las formaciones de la corporación trabajen en una misma dirección.

“Todos os grupos que están en María Pita, mesmo con aqueles cos que non asinamos acordos de mandato, todos temos o obxectivo común de que a cidade saia do letargo e volte a ser referente en Galicia a nivel de emprego e de políticas sociais e económicas”, explicó.

Rey recordó que los acuerdos que alcanzaron con la Marea y el BNG sirven para que se vayan haciendo “políticas progresistas, que é o que votou a cidade” en las elecciones municipales.

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