La inclusión de Arteixo en el consejo de administración del Puerto se bloquea

La inclusión del Ayuntamiento de Arteixo en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, conforme exige la ley, tendrá que esperar por el momento. A pesar de que el Puerto Exterior ha echado a andar hace más de un año y desde entonces el municipio vecino acoge ya determinadas descargas, sus representantes no tienen voz ni voto en el órgano que dirige la entidad.
La administración responsable de dar este paso es la Consellería do Mar, que admite en declaraciones a este periódico que no hay fecha marcada para realizar el cambio de consejeros. Y es que integrar a un portavoz de Arteixo implica destituir a otro de A Coruña, ya que este órgano no puede incrementar el número de sus miembros.
La consellería declara incluso que todavía “está en estudio” a qué persona incluir en el consejo. Esta afirmación es especialmente llamativa ya que desde Arteixo se daba por hecho desde hace meses que sería el propio alcalde, Carlos Calvelo, el que entrase a formar parte del consejo. Ahora parece que todo está en el aire y que no hay prisas por acelerarlo.

pérdida para a coruña
Nunca se confirmó de manera oficial, pero se intuye que podría ser A Coruña la que pierda un consejero en favor de Arteixo. Y es que aunque la normativa permite al gobierno local elegir a solo dos representantes –Roberto Coira y Julio Flores– existe un tercer concejal designado por la Xunta, Martín Fernández Prado.
La normativa establece que todos los municipios en los que opere la rada tienen derecho a estar representados en el consejo y que los puestos se repartirán en función de los metros cuadrados que ocupe la superficie portuaria en cada ayuntamiento. Pero además, aquella localidad que dé nombre al Puerto, en este caso A Coruña, le corresponderá al menos un representante, un requisito que se seguiría cumpliendo en caso de producirse el cambio.

molestias
La importancia de que Arteixo tenga voz en el consejo de administración del Puerto reside en que será este municipio el que sufra los tráficos más molestos y peligrosos que mueve la Autoridad Portuaria. Por el momento, solo el clínker –un producto granulado procedente de la caliza y la arcilla destinado a la fabricación de cemento– implica algún tipo de polémica porque, aunque el Puerto defiende que se están tomando todas las medidas posibles para evitar su dispersión por el aire, ya ha habido quejas de vecinos del entorno.
En un futuro, cuando las instalaciones estén finalizadas, será en Arteixo donde atraquen los petroleros de Repsol y donde se descarguen otros graneles problemáticos como los agroalimentarios o el carbón, por los que hasta ahora se quejaban los vecinos de Os Castros.
Cabe destacar que las dimensiones del nuevo muelle permiten que estas descargas estén mucho más alejadas de un núcleo de población de lo que hasta ahora lo estaban en la ciudad. n