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viernes | 19 abril | 2024
La Policía Nacional imputó el pasado miércoles, día 10 de junio, a un hombre de 22 años de edad por una simulación de delito.
Los hechos ocurrieron sobre las 18:00 horas, cuando el joven entró en dependencias policiales y denunció haber sido víctima de un robo con violencia e intimidación unos días antes.
En el momento de formalizar la denuncia fue informado de la obligación legal que tiene de decir la verdad, de la posible responsabilidad penal en la que podría incurrir en su caso y de los derechos que le asisten en calidad de perjudicado por una infracción penal.
En su declaración manifestó que sobre las 14:00 horas del día 4 de junio, tras salir de una sucursal bancaria, le abordaron dos varones por detrás que se pusieron uno a cada lado y, esgrimiendo sendas navajas, le pidieron que les entregara el dinero que llevaba encima. Relató que les había entregado 400 euros que acababa de sacar del mismo banco y que los asaltantes se dieron a la fuga a la carrera.
Confesión
Unas horas después de formular la denuncia ante los agentes. y cuando los investigadores trataban de verificar lo ocurrido, el joven confesó que en realidad no se produjo tal robo, reconociendo que un amigo le comentó que si denunciaba que le habían robado después de utilizar ese tipo de tarjeta bancaria, el seguro de la tarjeta supuestamente le cubriría el dinero robado. Ante tal circunstancia, los policías le comunicaron que esa conducta era ilícita y le informaron de los derechos que le asistían en calidad de imputado por una infracción penal, poniendo los hechos en conocimiento de la Autoridad Judicial.
Desde la Jefatura Superior de Policía se recuerda que simular ser responsable o víctima de una infracción penal, o denunciar una inexistente, ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación, provocando con ello actuaciones procesales, constituye un delito contra la Administración de Justicia previsto y penado en el vigente Código Penal.
